ALITO LA CARA DE LA DERROTA
Los resultados de las encuestas que sitúan al PRI muy lejos de los primeros lugares en prácticamente todas las candidaturas que están en juego en Mérida.
MÉXICO. —¡Hubiera puesto mejor a Pablo (Gamboa) de candidato!—, con este airoso reclamo Alito encaraba a su candidato para alcalde de Mérida el pasado jueves, desencajado y tenso (como se le ve en esta foto de su visita a Yucatán) ante la inminente debacle que sufrirá el PRI en todo el país por haber descuidado procesos, lesionado estructuras e hipotecado el partido con una alianza que no tiene ni pies ni cabeza, todo con el simple objetivo de obtener una victoria pírrica, la candidatura para su sobrino.
La discusión tuvo lugar en Mérida, durante la imprevista visita del dirigente nacional del PRI, que inclusive obligó a modificar la agenda que tenía Ramírez Marín y varios candidatos priístas para ese día, quedando reflejado el impulsivo temperamento y la característica falta de planeación con la que Alejandro Moreno maneja las riendas de su partido.
La columna Política “Expediente” del domingo, 28 de Marzo de 2021 ilustra el tremendo altercado e intercambio de palabras que tuvieron Alito y Jorge Carlos por los resultados de las encuestas que sitúan al PRI muy lejos de los primeros lugares en prácticamente todas las candidaturas que están en juego en Mérida.
—Alito, no hay forma de ganar, Mérida está perdida— afirmaba el candidato a la alcaldía a su dirigente de forma contundente, —¡Ya te vendiste!, ¡Ya pactaste con Renán!— le reclamaba Alito ya con tono de enfado, —Te equivocas Alito, el compromiso que hice contigo era muy claro, quedar en segundo lugar en la elección, y desde ese lugar buscar el 24, pero como están las cosas, podemos quedar en tercer lugar—, Moreno Cárdenas no daba crédito del baño de realidad que le daba su candidato, quien le insistió —¡A ver Alito!, si la gente me recibe es porque soy “el Gordo” Marín, no por el PRI, la marca del partido no está en el suelo, ¡está enterrada!—le replicaba Ramírez, a lo que Alito le reprochó, —¡Hubiera puesto mejor a Pablo de candidato!—, a lo que el candidato a la alcaldía de Mérida apostilló —Mira Alejandro, si esos piensas, todavía estamos muy a tiempo, no han empezado las campañas, con gusto renuncio a la candidatura para que pongas a quien te dé la regalada gana, ahora invento que me enfermé de Covid o busco cualquier otro pretexto y me regreso a mi senaduría—.
Los reclamos siguieron, Alito no buscaba la forma de reencausar la reunión, que para sorpresa de todos los presentes, ni siquiera disimuló ni guardó las formas con los temas con los que regularmente es más discreto, Ramírez Marín, político de enormes tablas y sabedor de la baja calaña de personaje con el que estaba discutiendo, optó por conducirse con prudencia y decidió no contestarle a sus amenazas y presiones.