CARCEL A ALITO , CLAMOR POPULAR
● La escandalosa corrupción distinguió a Alejandro Moreno y lo ha puesto en el ojo del huracán junto con su sucesor Carlos Aysa, por los múltiples desfalcos.
CAMPECHE. El descrédito de su persona y de su gobierno hicieron de Alejandro Moreno Cárdenas un ‘Frankenstein’ que pasará a la historia por su capacidad para mentir y engañar, con el distintivo de corrupto por enriquecerse al amparo del poder, hacer del manejo presupuestal un auténtico “festín” con el uso de facturaras y prestanombres, amén de negocios en los que involucró a políticos y empresarios.
La más reciente medición de la encuestadora BERUMEN en la que el 59% de los campechanos lo repudia por sus actos, es fiel reflejo de lo que ocurre hoy en este estado, en donde el clamor popular va en el sentido de que “debe haber consecuencias” para quien en el uso abusivo de su función se convirtió en una desgracia.
Las cifras no mienten : De 2008 al 2018, la pobreza en Campeche incrementó 0.4 puntos porcentuales al pasar de 45.9% a 46.2%. Esto se traduce en cerca de 67,400 personas más en esta situación en un plazo de diez años. En contraste, la pobreza a nivel nacional se redujo 2.4 puntos porcentuales en este periodo, al pasar de 44.4% a 41.9%.
Con este panorama y a casi dos años de que el priísta, al que alguna vez se vio como referente de juventud pujante y le llamó “alito” , es fuertemente criticado al grado de querer verlo en la cárcel.
Entre otras cosas, le reprochan haber dejado tirado el cargo de gobernador de Campeche por irse a “su” aventura de dirigir los destinos de su partido.
Los ciudadanos lo reprueban sobre todo por las acusaciones de presuntos actos corrupción y desvió de recursos públicos que dieron durante su administración y que no han sido aclaradas.
Y lo peor, su sucesor, que ha hecho el triste papel de “títere”, ha seguido al pie de la letra sus entuertos.
Y para colmo de la desvergüenza, Moreno Cardenas pretende “reelegirse” a través de su sobrino, un tal Christian Castro que a falta de identidad propia le fue impuesto el nombre ( el apellido era lo único que tenia ) del hijo del “loco Valdés” y Verónica Castro.