La soterrada alianza entre magistrados y consejeros
La rebelión en el Tribunal Electoral es a fondo. Aparte de inconformarse por la decisión unilateral de su presidente José Luis
Vargas por posponer la sesión, los seis magistrados restantes decidieron actuar con independencia.
Hicieron causa común con el INE y en concreto con su presidente Lorenzo Córdova y el consejero Ciro Murayama.
-Es nuestro amigo y algunos coincidimos con él -refirió del primero y en privado un magistrado luego de hacer otras reflexiones de peso político y legal.
A su juicio, Félix Salgado Macedonio “era un hombre desahuciado desde su postulación por toda la carga de señalamientos en su contra”. A eso se agrega el incumplimiento de la ley, las amenazas a los consejeros y en el general al acoso a los órganos institucionales, incluido el Trife
Los razonamientos públicos tienen espacio informativo propio, pero aquí destacamos la alianza de facto entre miembros de dos organismos autónomos.
Actitud rara, por cierto.
Por ello destacamos el voto de seis magistrados: Felipe Fuentes Barrera, Indalfer Infante Gonzáles, Felipe de la Mata, Janine Otálora, Reyes Rodríguez y Mónica Aralí Soto.
LA DECISIÓN QUE FALTA
La reivindicación del Tribunal debe destacarse.
En los optimistas renace la esperanza de una segunda decisión histórica: reivindicar la ley contra la sobrerepresentación legislativa.
Una falla de la cual es culpable la oposición porque sus dirigentes en 2018 no impugnaron la asignación de diputaciones plurinominales. Por ello el partido de gobierno y sus aliados ganaron 45.8 por ciento de los votos, pero recibieron 62 por ciento de las diputaciones. Les correspondían, según los expertos electorales, sólo 269 curules pero con cuestionado recuento de votos distritales les asignaron 308.
Dicho de otra manera, la oposición tuvo 54.2 por ciento de los votos y sólo 38 por ciento de espacios en San Lázaro.
Con votaciones pagaron su culpa, pero está en manos del Tribunal acreditarse.