ENCUENTRO LITERARIO
El editor de sonido ganador de un Oscar ofreció una master class en CDMX
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Con un premio Oscar y más de 125 créditos en películas de Hollywood en su espalda, el afamado editor de sonido para películas Mark A. Mangini, aseguró que el cineasta más inteligente y osado es aquel que, desde la etapa de preproducción de un filme, tiene a su lado a un diseñador sonoro para saber cómo se va a escucharse su cinta en la pantalla.
En la master class que ofreció a estudiantes, técnicos y sonidistas cinematográficos, Mangini sostuvo que con base en su experiencia, los directores inteligentes trabajan con el sonido desde el inicio, es decir, desde que están escribiendo el guion, y no lo minimizan dejándolo hasta el final, pensando en que sólo se trata de subir o bajar el volumen de un micrófono.
Lo anterior, dijo, “porque estarás a cargo de todo lo que se va a escuchar en la película, incluso estarás ahí para llenar los huecos de las historias. Yo participo en todo momento, lo que me permite cerrar la brecha entre la preproducción y la postproducción”.
Entre anécdotas personales y profesionales, el ganador del Oscar a la Mejor Edición de Sonido por su trabajo en Mad Max: Fury road —al lado de su colega David White—, compartió algunas de las escenas de las películas en las que ha trabajado, a fin de ejemplificar la importancia del audio en una cinta.
Con sencillez, el también guitarrista habló del poder del sonido como narrativa y pidió a los presentes que analizaran la información que está dando la banda sonora de cualquier película.
De acuerdo con el experto, las mejores secuencias son las que cuentan una historia con sonido y actuación, pero sin palabras. “El sonidista llena los vacíos del diálogo; yo diseño cómo suena un filme, no hago sonidos ni ruidos para la película”, anotó Mangini. Como un gesto de honestidad, el creador sonoro señaló que no todo un su trayectoria han sido éxitos, pues también ha sentido miedo y angustia al no sentir fresca la creatividad. Aseguró que las cuestiones personales muchas veces afectan su proceso creativo, así como también el ambiente que se pueda generar durante un rodaje. “Por ejemplo, hay directores a los que con nada se les da gusto; les presentas tres o cuatro diferentes opciones para cada secuencia, y te piden más y más, pero no en un plan positivo. Lo único que hacen es destruir tu creatividad, a la vez que plantan en ti la semilla de la angustia”, señaló el diseñador de sonido de Blade Runner 2049.
“Por eso creo que el éxito es en función de la preparación y mi consejo es cambiar nuestro estado psicológico. Para mí, la mejor manera de lograrlo es llorar y eso aclara mi mente y florece mi creatividad, así que pongo música con la que tengo apego emocional y lloro. De la angustia ha venido mi mayor creatividad”, expuso en tono de broma.
A decir de Mark Mangini, la mejor manera de hacer que la imaginación florezca es grabando sus ideas o escribiéndolas, a fin de que poco a poco vayan fluyendo y, al llegar al estudio, lanzarlas de manera orgánica.
Hagan una biblioteca sonora y rediseñen el sonido de las películas que más les gusten. Cometerán errores y harán cosas tontas, pero háganlo una y otra vez, arriésguense”
Mark A. Mangini
Diseñador sonoro