Vidas perdidas
La pandemia de COVID-19 ha ocasionado innumerables pérdidas dentro del gremio de los eventos masivos y obligó a quienes trabajaban en él a buscar nuevas fuentes de empleo
La empresa Unoaudiovisuales dejó de facturar, en 10 meses, un aproximado de 3 millones de pesos; actualmente, para recuperarse, se dedica a la venta de mesas de ping pong
Debido al confinamiento, todo el equipo que trabaja detrás de los escenarios ha tenido que buscar nuevas alternativas para sobrevivir. Los productores Christyan Arcos y Eloisa Romero amplían el panorama y la magnitud de cómo la pandemia les ha afectado, de manera profesional y personal.
Christyan Arcos Palacios, ingeniero en audio y productor de la empresa Unoaudiovisuales, relata que actualmente no han podido trabajar formalmente de lo que venían haciendo, que eran festivales y eventos en distintas ciudades de la República Mexicana, pero principalmente en Puebla. El productor llevaba más de 20 años en esta labor.
“Al inicio, debido a las cargas de trabajo que teníamos, pensamos que podíamos recargar pilas uno o dos meses (…), pero ha sido muy difícil, tuvimos que ampliar nuestras expectativas y buscar otros recursos”, explica.
De él dependen alrededor de 15 personas, entre vendedores, ingenieros, técnicos y asesores. Actualmente para solventar sus gastos y poder recuperarse venden mesas de ping pong, además cuentan con un estudio desde el que organizan ferias virtuales.
“El ingreso per cápita de cada evento no es lo mismo a vender una mesa, tendríamos que vender unas 50 para sacar lo que se gana en un evento. Pero sabemos que lo digital se va a quedar permanente, por eso nosotros nos preparamos para la era digital, es la nueva normalidad”, enfatiza.
Enfrentar la muerte
Eloísa Romero, directora de Labor Social Jalacables Nacional, confiesa que han padecido el deceso de muchos compañeros de trabajo, la mayoría por COVID-19 y por complicaciones debido a este virus, pero también de estrés, porque no tuvieron el dinero suficiente para solventar sus gastos. Muchos eran gente de mayor edad, con esposas o esposos; y algunos otros aún están librando la batalla contra padecimientos como el cáncer y la diabetes.
“Estamos realmente de la fregada, nos ha afectado mucho, hemos tenido algunos compañeros, sobre todo músicos, en situación de calle. Nunca hemos organizado una manifestación, ni de estar pidiendo apoyo al gobierno, y cuando lo pedimos nos preguntaron que si ésta era una empresa. Somos una industria chambeadora, servimos a la economía del país porque atraemos al turismo, siempre luchamos por salir adelante, es una pasión”, expresa Romero.
Muchos de sus ingenieros de audio y músicos se han dedicado por mucho tiempo a la industria y, por ello, no saben hacer otra cosa. Sin embargo, han buscado otras alternativas como vender comida y ropa por Internet; así como realizar rifas y subastas para recaudar fondos y conseguir alimentos. Otros se dedican a la plomería, herrería, carpintería, a ser amas de llaves, e incluso a utilizar las cámaras de humo de los eventos para limpiar oficinas.
“No nos vamos a poder recuperar, quizá en dos o tres años para poder reactivarnos como lo hacíamos anteriormente, siempre y cuando el gobierno no nos limite, nosotros queremos trabajar, estamos lo suficientemente preparados para poder realizarlo. Todo lo que hemos perdido, es incalculable, hemos perdido vida por no tener la economía, estamos desamparados, no nos apoyan. Sólo puedo decir que millones de pesos, es una cifra que no tiene número, pero es de terror”, afirma.
No me asustaría contar a cuántos hemos perdido, pero la mayoría han sido por COVID, porque salen a buscar trabajo”
Eloisa Romero
Directora de Labor Social Jalacables