A la báscula Julián Parra Ibarra
En este que va corriendo, se cumplirán tres años de la administración de la autoproclamada Cuarta Transformación, la mitad del camino, y cuyo rumbo se habrá de definir con los resultados que arroje la elección del primer domingo de junio.
Durante todo este tiempo, la narrativa ha sido siempre la misma, que ya empieza a cansar, como que ¡Ya chole! No hay ningún tipo de expresión que el Presidente considere contrario a su muy cuadrada visión, que no reciba el mismo, el mismísimo argumento de que detrás, manipulando a todo el mundo, están los conservadores, los fifís, los opositores, los adversarios, pero hasta el momento no hemos podido escuchar el reconocimiento de una sola, por muy pequeña que esta sea, falla dentro de esta administración, donde todo ha sido impoluto.
Las manifestaciones de los grupos y organizaciones feministas no podían escapar a la narrativa tan trillada, que ya muy pocos se la creen: las mujeres están siendo manipuladas por las fuerzas oscuras de los neoliberales, de los adversarios políticos que lo que buscan es golpetear
El Presidente, me parece, comete el grave error de minusvalidar intelectualmente a las mujeres de este país, a quienes no les concede ni un milímetro de inteligencia para pensar, analizar, debatir, discutir, exigir y tomar decisiones
a su gobierno.
El Presidente, me parece, comete el grave error de minusvalidar intelectualmente a las mujeres de este país, a quienes no les concede ni un milímetro de inteligencia para pensar, analizar, debatir, discutir, exigir y tomar decisiones que tienen que ver con su género, a pesar de que el nuestro es uno de los países en los que mayor violencia se ejerce en contra de ellas. No les concede la más mínima razón en sus reclamos porque para él, afirma, lo único que vale es que están manipuladas.
Y recurre a otra de sus gastadas muletillas: nunca un presidente había sido tan criticado, este tipo de manifestaciones no existían hasta este gobierno, y todo, todo lo que se mueva en este país y que no esté encuadrado dentro de su corta visión, es con la intención de golpear y desestabilizar a su gobierno.
El punto de quiebre de la administración de Enrique Peña Nieto, fue el caso de los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa. El de este gobierno, se le puede convertir el tema de las mujeres que tanto ha desestimado. Nada más que recuerde que ellas integran el mayor porcentaje de los votantes del país, pero además, este no es como él lo cree ‘un problema de mujeres’; este es un problema que atañe a todos, hombres y mujeres, porque son nuestras mujeres las que están siendo violentadas, agredidas, asesinadas, violadas, desaparecidas. Este, también es un problema de hombres.
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