Se acabó la fiesta
En junio de 2020, el SAT y la Procuraduría Fiscal de la Federación presentaron las primeras denuncias contra 43 “empresas factureras” que dejaron de pagar 55 mil 125 millones de pesos en contribuciones
Antes no se llevaban investigaciones, proliferaron las factureras porque se permitían. El mensaje que se quiere mandar hoy es que se acabó la fiesta, que las factureras ya no pueden seguir hacia adelante. Todos tenemos que pagar impuestos”
Una de las acciones más destacadas que ha puesto en marcha el gobierno de López Obrador, y en particular el SAT de Raquel Buenrostro Sánchez contra la evasión fiscal, es sin duda la persecución y sanción de las llamadas “empresas factureras”, que se consolidaron como un mecanismo para eludir impuestos con alcances masivos.
Se trata de compañías falsas que se montan solo para vender facturas que amparan actos o actividades inexistentes, pero que le permiten al comprador deducir estas operaciones simuladas. Las dimensiones que adquirió este esquema de defraudación fiscal están diagnosticadas por las autoridades.
“En febrero de 2020 el SAT dio aviso a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) sobre diversos esquemas de operaciones de contribuyentes que emitieron comprobantes que amparaban operaciones inexistentes, o actos jurídicos simulados, correspondiente a los ejercicios fiscales de 2017 a 2019.
Estas operaciones sumaron más de 339 mil millones de pesos e involucraron a 977 contribuyentes en diversos estados del país. Lo anterior a efecto de que la UIF, realice las medidas cautelares correspondientes”, se reporta en el Segundo Informe de Gobierno.
Además, el 23 de junio de 2020, el SAT informó que, en coordinación con la Procuraduría Fiscal de la Federación, se presentó el primer paquete de denuncias contra 43 empresas que facturan operaciones simuladas, inexistentes o ficticias. Dichas empresas dejaron de pagar, en total, 55 mil 125 millones de pesos en contribuciones. En este esquema participaron 8 mil 212 personas físicas y morales”.
Hasta junio de 2020, se tenían identificadas 9 mil 663 Empresas que Facturan Operaciones Simuladas (EFOS), pues: “El SAT cuenta con un programa permanente para detectar quiénes emiten comprobantes que soportan actividades o actos inexistentes y los sujetos que dan efectos a los citados comprobantes”.
Aquel 23 de junio de 2020, el procurador fiscal de la Federación, Carlos Romero Aranda, dijo: “Antes no se llevaban investigaciones, proliferaron las factureras porque se permitían. El mensaje que se quiere mandar hoy es que se acabó la fiesta, que las factureras ya no pueden seguir hacia adelante. Todos tenemos que pagar impuestos”.
Otras acciones contra la evasión fiscal que destacó el procurador fue “el poner en la Constitución el que no se permite la condonación de contribuciones”, así como la reforma por la “que a partir de 2020 se equipara la defraudación fiscal con delincuencia organizada para factureras, es decir, para el que vende facturas“.
En efecto, esa reforma fue aprobada por el Congreso de la Unión el 15 de octubre de 2019, y “tipifica la defraudación fiscal y la compra-venta de facturas falsas como delitos de delincuencia organizada, cuando el monto de lo defraudado o valor de los comprobantes fiscales sea superior a los 7 millones 804 mil 230 pesos.
En ese supuesto, estos ilícitos ameritarán prisión preventiva oficiosa, se impondrá sanción con dos a nueve años de prisión y serán considerados como amenazas a la seguridad nacional”, informaron los diputados el 8 de noviembre de ese año.
Carlos Romero Aranda Procurador fiscal de la Federación
Las llamadas “empresas factureras”son compañías falsas que se montan solo para vender facturas que amparan actos o actividades inexistentes, pero que le permiten al comprador deducir estas operaciones simuladas