A la báscula

El gatopardismo, dicen los que saben, es hacer que las cosas cambien para que todo siga igual, o dicho más coloquialmente al estilo mexicano, es la misma gata nada más que revolcada, o como dirían en el barrio, es igual pero diferente.

En nuestro país, debido a un hartazgo acumulado a lo largo de décadas, la mayoría de los mexicanos decidió a través de las urnas, castigar a los dos partidos que habían ostentado el poder y que nos habían metido a todos en su vorágine de corrupción, y eligió una tercera opción que además se le vendió –como ocurrió en el 2000 con Vicente Fox-, como la posibilidad de generar un gran cambio, ante la promesa de combatir la corrupción, acabar con la violencia, y hacer las cosas de una manera totalmente diferente a como estábamos acostumbrados a que sucediera.

Se nos prometió una manera muy diferente de gobernar y se pidió que no los comparáramos con los de antes ‘porque eso sí calienta, porque no somos iguales’, se aseguró.

En esta temporada electoral de los tiempos actuales, cuando se tiene que firmar

En esta temporada electoral de los tiempos actuales, cuando se tiene que firmar un acuerdo nacional para respetar lo que ya está establecido en la ley, se ha desatado, lo quieran admitir o no, una campaña en contra del INE desde la cúpula gubernamental de este país

un acuerdo nacional para respetar lo que ya está establecido en la ley, se ha desatado, lo quieran admitir o no, una campaña en contra del INE desde la cúpula gubernamental de este país, porque al ‘Nene consentido’ del principal inquilino de Palacio, se le ha negado el registro como candidato al gobierno de Guerrero.

Y el Presidente cuestiona ¿Por qué antes no hacían eso y ahora sí? Antes permitían el fraude como el en 2006, sostiene. Y yo nada más por metiche y preguntón cuestiono: A ver pues, quedamos o no en que ahora las cosas se hacen diferentes en este país, que si antes –como afirma el Presidente- se permitía hacer cosas ‘chuecas’ ahora ya no se harían. Por qué le pide pues al INE que vuelvan a hacer las cosas que antes sí permitían.

O sea, quedamos o no que son diferentes, y aunque sobre el ‘Nene consentido’ pesan acusaciones de todo tipo, incluyendo hasta de violaciones y agresiones sexuales, de incumplir con la ley electoral, y que sabiéndose protegido por ‘ya saben quién’ se puede dar el lujo de amenazar de muerte a los consejeros del INE al más puro estilo del narco, llevando un ataúd con mensaje incluido y coronas mortuorias; con todo eso, sigue teniendo el apoyo desde Palacio.

¿Tons? ¿Somos o no somos? Esto es otra cosa que gatopardismo puro.