Río babel Félix Salgado es igual a…
¿Qué es lo primero que se le viene a la mente cuándo piensa en Félix Salgado Macedonio? Seguramente usted me dirá: violador, golpeador de mujeres, corrupto, violento, vividor y todos los adjetivos negativos que podamos sumar a la lista. En lo personal simplemente diré: una persona que no merece gobernar Guerrero (ni ningún otro estado o municipio).
Por décadas este político ha vivido de nuestro dinero, es decir, del erario público. Senador, diputado, alcalde de Acapulco, candidato en más de dos ocasiones a la gubernatura, Félix Salgado Macedonio representa el político corrupto y abusador, que todos quisiéramos que desaparecieran del país. Al mismo tiempo que rinden cuentas ante la ley por sus abusos de poder.
En noviembre de 2020 Milenio publicó que Salgado Macedonio había sido acusado de presunto abuso sexual en al menos tres ocasiones durante 2016, por una mujer identificada como JDC, quien trabajó para él cuando este dirigió un periódico en Acapulco.
Milenio también informó que el expediente fue enterrado a pesar de que la denunciante ratificó su denuncia el 2 de enero de 2017 y presentó diversas fotografías de los golpes que recibió en dos ocasiones, así como estudios médicos que confirmaron que había contraído una enfermedad por contacto sexual.
Sin embargo y a pesar de estas acusaciones Salgado Macedonio se considera una víctima del sistema. Presentándose como una persona que busca gobernar a favor de los pobres cuando carece de calidad moral. Además de los delitos el único recuerdo que tengo de este personaje son sus pésimas producciones discográficas (alguien le dijo que cantaba) y su película (alguien le dijo que actuaba). Ambas producciones las pagó con nuestro dinero, ya que siempre ha vivido a costillas de nuestros impuestos.
Hoy que gobierna Morena, y que en el discurso se dicen distintos a los demás, ¿qué gana este partido postulando y defendiendo a un personaje como Salgado Macedonio? Obviamente credibilidad no, pero sí posiblemente una gubernatura porque aún existe la posibilidad de que el Tribunal Electoral avale la candidatura.
Con su defensa el presidente, Andrés Manuel López Obrador, sólo reafirma, como sí hiciera falta, su nulo compromiso con las causas feministas, su nulo interés con el sentir del pueblo ya que lo único que le importa es el resultado electoral. E incluso en sus críticas contra el INE descalifica las leyes que él mismo promovió como líder de oposición.
Las elecciones de junio, considerada la madre de todas las batallas, confirman que Morena no es tan diferente al PRI y al PAN, basta con revisar su lista de candidatos y ver cuántos han militado en los dos partidos antes mencionados.
Cuando parecía que con la llegada de un partido supuestamente de izquierda tendríamos en el gobierno ideas más progresistas, nos hemos dado cuenta que ha sido todo lo contrario y que el gobierno federal prefiere defender a delincuentes que al pueblo que le dio su voto y que confió en que ahora todo sería distinto.