El barrio de Luis Fernando
La realidad del barrio, es muy diferente a la que ha vivido Luis Fernando Salazar. Para su fortuna desde niño tuvo acceso a un buen nivel de vida
Torreón, como todas las ciudades de México, muestra diferentes realidades. Colonias donde la pobreza se limita a las pláticas del personal de aseo o a las noticias que pasan en la televisión. Ahí no hay problemas de escasez de agua, incluso las residencias presumen sus albercas, tampoco faltan áreas verdes y mucho menos alumbrado público. Sobra dinero para una vida holgada. En muchos casos producto del trabajo y en otros de la corrupción.
También existen los sectores de clase media, con calles pavimentadas pero que sufren por la escasez de agua, malos servicios, por la inseguridad y sobre todo por estirar la quincena. A pesar de un sueldo estable que permite ciertos lujos como pagar una escuela privada y salir a comer de vez en cuando no están sobrados en dinero. La vida aspiracional es sostenida por las tarjetas de crédito donde se sufre para pagarlas.
En contraste hay colonias que han permanecido en el olvido desde hace mucho tiempo. Donde no hay calles pavimentadas, la basura está en todos lados y el alumbrado público, así como el agua potable son una demanda ajena nunca cumplida. Aquí el dinero no alcanza para nada. Las familias tienen que hace milagros para subsistir, no se trata de estirar la quincena porque no hay trabajo.
Son en estos últimos dos sectores, y particularmente en el más pobre, donde se acuña la palabra barrio. El diccionario de la Real Academia Española define barrio como “Parte de una población situada en su periferia y a menudo separada por un intervalo sin poblar”.
Pachucos, cholos, chavos banda, darks, punks, pandillas, son muchas de las manifestaciones contraculturales que se han generado en los barrios de México como signo de pertenencia y de defensa ante un sistema que los ha tenido en el olvido.
La realidad del barrio, es muy diferente a la que ha vivido Luis Fernando Salazar. Para su fortuna desde niño tuvo acceso a un buen nivel de vida. Creo que en el PAN merecía mejores oportunidades y sin duda tiene derecho a buscar otros horizontes como ahora lo hace en Morena, pero de ahí que de la noche a la mañana se nos presente como un hombre de izquierda, cuyo barrio le respalda, hay una gran diferencia. No le queda hablar del PRIAN cuando toda su carrera fue en el albiazul y sus logros políticos son en el PAN.
En campaña los políticos muestran una cara muy distinta pero tampoco se puede caer en los extremos. En sus redes sociales vemos a Luis Fernando Salazar entrenando box en su casa con un gran jardín y de fondo una alberca con la frase de mi barrio me respalda.
En el barrio el box no es un deporte, sino una opción de ganarse la vida y salir de la pobreza como lo retratara David Silva en Campeón Sin Corona, en el barrio no hay agua para tomar mucho menos para tener alberca. Ojalá todos los barrios de Torreón fueran como el de Luis Fernando Salazar que está muy lejos de los ideales de izquierda.