EL RETO URGENTE DE NOBOA
afectada, sobre todo en el centro del conflicto donde dominan los grupos criminales, esas personas sin duda podrían migrar a los sitios poblados más cercanos del país, o en dado caso verse encaminadas a huir hacia Estados Unidos como así ha ocurrido en los últimos años.
Datos recopilados de enero a noviembre de 2023 por la Unidad de Política Migratoria del Gobierno de México enfatizan que fueron ciudadanos ecuatorianos los que más intentaron llegar a la Unión Americana en ese periodo de tiempo, pero fueron devueltos por autoridades mexicanas.
En total, fueron dos mil 473 oriundos de Ecuador los que fueron devueltos a su país de origen el año pasado desde México; mil 700 personas más que los cubanos, la segunda nacional que más intentó llegar a Estados Unidos. Venezolanos, brasileños y colombianos se situaron por detrás.
Neira Orjuela considera que lejos de que la violencia por narcotráfico se sitúe en un solo país de la región, como así ocurrió en Colombia en su momento y ahora en Ecuador, ese problema tiene hoy en día reincidencia a nivel mundial.
“Ya no hablamos de ese narcotráfico de los años 80 o 90 donde dominaba Pablo Escobar, sino de toda una industria que tiene un poder que sobrepasa el de los mismos gobiernos. Hoy el narcotráfico es una industria criminal transfronteriza, y por lo tanto estas recientes situaciones de violencia responden a ese nivel de poder”, explica.
Continúa el estado de excepción
Hasta el cierre de esta edición, el gobierno ecuatoriano siguió respondiendo a la inseguridad de su país con el estado de excepción que implementó el pasado 9 de enero, menos de una hora después de que se registrara el ingreso ilegal de un grupo de jóvenes a la televisora TC Televisión.
De manera específica, el presidente Daniel Noboa, quien tiene menos de dos meses en el poder, emitió un comunicado en el que decretó que disponía de la movilización e intervención de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en territorio nacional para garantizar la soberanía e integridad del país contra el crimen organizado trasnacional, organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes.
En otro de los puntos del documento, el gobierno pidió identificar como organizaciones terroristas a 22 grupos del crimen organizado, entre ellos los Choneros, el cual lideraba Adolfo Macías, alias “El Fito”, el narcotraficante que se fugó de una prisión en Guayaquil.
De igual manera, la Presidencia de Ecuador ordenó a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones militares bajo el derecho internacional humanitario y respetando los derechos humanos.
En entrevista, Nayar López Castellanos, politólogo latinoamericanista y docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), concuerda que entre las medidas que debe seguir impulsando el presidente ecuatoriano es tener cierto control de los espacios públicos de su país y generar un proceso de cambios que puedan revertir ciertas problemáticas sociales, sobre todo en el campo de la pobreza.
Para él, aunque desde el gobierno de Guillermo Lasso se autorizó un estado de excepción, a través del cual las Fuerzas Armadas controlaban las calles, esa podría no ser la mejor alternativa a largo plazo.
“Ahora se refleja que hay un descontrol que va más allá de la captura de delincuentes o la fuga de un narcotraficante, esta situación tiene origen desde un abandono de las responsabilidades del Estado a partir del propio gobierno del expresidente Lenin Moreno”, señala López Castellanos.
De acuerdo con datos recopilados por el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), aunque el total de homicidios aumentaron con el gobierno de Moreno, fue en la administración de Guillermo Lasso cuando más crímenes se cometieron.
A pesar de que Lenin terminó su mandato en mayo de 2021, el día que Lasso tomó posesión, su último año completo como presidente fue 2020, cuando se registraron 262 homicidios. Por su parte, su sucesor finalizó su gobierno con 224 crímenes en 2023, aunque fue 2022 el año en el que Ecuador se convirtió en el décimo Estado más violento en América Latina y el Caribe al contabilizarse 332 homicidios en todo el año.
Ahora se refleja que hay un descontrol que va más allá de la captura de delincuentes o la fuga de un narcotraficante, esta situación tiene origen desde un abandono de las responsabilidades del Estado a partir del propio gobierno del expresidente Lenin Moreno”