JOSÉ REVELES
Las quejas y ataques de Trump
Un histérico, belicoso, amenazante, mentiroso y discriminador Donald Trump volvió a mostrar su talante provocador en temas como la migración indocumentada y su tolerancia cero que incluye la separación de menores de sus padres, en la obsesión por construir el muro en la frontera con México a como dé lugar e insistir en que los migrantes utilizan a sus hijos “para propósitos siniestros”, en sus amenazas de “cerrar” el gobierno si no lo apoya el Congreso en estos propósitos, y simultáneamente volvió a confrontarse con los medios, particularmente con The New York Times y The Washington Post, a los que acusa de publicar “noticias falsas” con las que se convierten en “enemigos del pueblo”. El empresario presidente mostró una vez más su tolerancia cero a la crítica.
“Estaría dispuesto a cerrar el gobierno si los demócratas no nos dan los votos para seguridad fronteriza, lo que incluye el muro”, twiteó Trump este fin de semana, mientras jugaba golf en Nueva Jersey, en una presión política que parece apostar el todo por el todo el último día de septiembre, cuando falten solamente cinco semanas para las elecciones legislativas, que son una prueba para el presidente y donde se verá si los republicanos logran mantener su mayoría en las dos cámaras del Congreso.
Un “cierre de gobierno” implica la suspensión de toda actividad oficial, excepto servicios, como el postal, que continúan funcionando, al igual que las labores de las Fuerzas Armadas incluyendo a tropas que están en combate, aunque podrán diferirse pagos durante los días de “cierre”. Parques, museos, zoológicos dejan de funcionar y se suspende el otorgamiento de permisos, como los de arma de fuego. Solamente operan servicios esenciales, como de salud y seguridad social, control del tráfico aéreo, la seguridad en el transporte, pero no necesariamente la recolección de basura y otros servicios públicos, particularmente en la capital, Washington, donde el presupuesto es aportado por el Congreso.
Trump presiona a legisladores para que haya un sistema de migración basado en el mérito. “Necesitamos que gente estupenda venga a nuestro país”, reiteró volviendo a criminalizar a la mayoría de los migrantes. “Hay consecuencias cuando las personas cruzan nuestra frontera ilegalmente, tengan hijos o no, y muchos simplemente usan niños para sus propósitos siniestros”, tuiteó el mandatario.
La ofensiva es más mediática que real, puesto que, como informó el presidente de la Cámara Baja Paul Ryan la semana pasada, ya se asignaron mil 600 millones de dólares para reparación y construcción del muro (Trump insistía en que debería pagarlos México) y se estima que podrán aprobarse 5 mil millones más.
El 20 de julio Trump se reunió con directivos del diario The New York Times. El gobierno pidió mantener el tema en secreto, pero Trump no se pudo moderar: “Pasamos mucho tiempo hablando sobre la cantidad de noticias falsas publicadas por los medios y cómo las ‘noticias falsas’ se han convertido en ‘enemigas del pueblo’ ¡Triste!”, escribió el presidente.
Arthur Gregg Sulzberger, editor del Times, dijo que los ataques de Trump a la prensa son incendiarios, peligrosos y dañinos para el país. El tuit de Trump volvió público el asunto, por lo que el editor reveló que el intercambio fue duro y contundente. “Le advertí que la frase ‘noticias falsas’ es mentirosa y dañina. Su lenguaje incendiario está contribuyendo a que aumenten las amenazas a los periodistas y conducirá a la violencia”.