RESIENTEN EL INCREMENTO
Las autoridades fronterizas tanto del lado estadounidense como del mexicano se han visto saturadas de trabajo ante la constante llegada de migrantes que buscan apegarse al Programa de Estatus de Protección Temporal
Funcionarios de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso confirmaron que han experimentado un aumento de migrantes ya que estas personas ya no son susceptibles de ser expulsadas bajo el Título 42, una medida implementada por el Gobierno estadounidense para deportarlos de forma inmediata argumentando que buscan detener la propagación del COVID-19.
Debido a esta situación, personal de la Patrulla Fronteriza Sector El Paso y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), instalaron un centro de procesamiento debajo de un puente, a un costado del muro metálico, y a unos cuantos kilómetros del puente internacional Santa Fe, así como baños portátiles y carpas.
Las decenas de migrantes que han estado cruzando ilegalmente la frontera forman largas filas en espera de ser atendidos en ese centro de procesamiento para después ser llevados a los centros de detención o liberados en territorio estadounidense cuando los espacios se llenaron.
Un promedio de mil 500 migrantes cruzan de forma diaria la frontera a través de Ciudad Juárez y llegan a El Paso, Texas, a un área que le corresponde vigilar al Sector El Paso de la Patrulla Fronteriza, muchos de ellos provienen de Venezuela, Nicaragua y Colombia, informó personal de la Patrulla Fronteriza.
“Estos eventos en los últimos siete días resaltan lo complejo que se ha vuelto nuestro entorno fronterizo y la determinación de nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza de ajustarse operativamente, según sea necesario, para abordar cualquier situación en la frontera”, dijo la jefa de la Patrulla Sector El Paso, Gloria I. Chávez.
A través de un comunicado de prensa, la corporación informó que a la par de atender la migración en el Sector El Paso, los agentes mantienen vigentes los operativos de control de inmigración y la semana pasada rescataron a 13 migrantes que estaban encerrados en la caja de un camión sin oxígeno.
También detuvieron a un hombre que tenía una orden previa de expulsión y que era parte de un grupo de nueve migrantes encontrados 31 millas al noreste del puerto internacional de Columbus, Nuevo México, y rescataron a dos mujeres que fueron abandonadas por “coyotes” cerca de las montañas Cedar en Nuevo México.
El lado sur
Del lado mexicano es posible ver vigilancia permanente por parte de la Guardia Nacional. La mayoría de los días los elementos se colocan a la misma altura del centro de procesamiento estadounidense, estacionan una unidad de esa dependencia a unos pasos del bordo del Río Bravo, y casi siempre son cuatro elementos destacamentados. Aunque a lo largo del Bravo también hay más policías de la Guardia Nacional.
Debido a su presencia y a que han venido realizando labores de control migratorio, el pasado 20 de septiembre, integrantes de organizaciones de la sociedad civil realizaron una visita “in situ” por el bordo del Río Bravo para constatar la situación de los migrantes en la zona fronteriza de Chihuahua.
Después del recorrido-que también se hizo en centros de asistencia Social (CAS), en estaciones migratorias y estancias provisionales-, las organizaciones exhortaron a los legisladores a reconocer la situación de violaciones a derechos humanos delas personas mi grant es y solicitantes de asilo en el territorio nacional y a promover iniciativas legislativas en materia de niñez y adolescencia migrante.