¿LO PEOR ESTÁ POR VENIR?
A pesar de que la Secretaría de Hacienda se mantiene optimista, el Fondo Monetario Internacional prevé que el crecimiento para México durante el próximo año será del 1.2 por ciento, continuará la inflación y el incremento en las tasas de interés
Vendrán días peores, aseguró el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su estudio Perspectivas Económicas Mundiales. Si las previsiones económicas para las potencias mundiales para 2023 y 2024 no son favorables, para México el escenario es más adverso.
De acuerdo con el FMI “lo peor está por venir en el 2023” ya que el crecimiento de la economía mundial está proyectado en un 2.7 por ciento, por debajo del 3.2 por ciento del 2022 y muy por debajo del 6 por ciento del 2021. Debido a esta situación una tercera parte de los países del mundo tendrán crecimiento negativo y las tres principales economías: Estados Unidos, China y la Unión Europea, se enfriarán.
Para México las previsiones señalan que seguiremos en épocas de vacas flacas y efectos inflacionarios ya que creceremos menos de la mitad del promedio mundial al 1.2 por ciento, es decir, mucho menos del 3 por ciento que previó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en los documentos que envió al Congreso de la Unión como parte del Paquete Económico 2023.
Para intentar contrarrestar los embates de la economía mundial y mitigar los efectos de los mismos, la Dirección General de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República realizó el Análisis del Paquete
Económico para el Ejercicio Fiscal 2023, ya que aunque el tiempo apremia, aún se puede corregir.
Entre los principales hallazgos tanto del FMI como IBD se encuentran que continuarán con mayor fuerza la inflación mundial y los incrementos en las tasas de interés. Debido a esto el crecimiento de la economía mexicana se mantendrá muy por debajo del cuatro por ciento prometido.
E incluso es muy poco probable que se cumplan las expectativas del tres por ciento de la SHCP.
“Dichas estimaciones podrían verse afectadas por la dinámica inflacionaria y las consiguientes medidas de política monetaria implementadas para tratar de controlar la inflación. Por un lado, una elevada inflación reduce el poder adquisitivo de los salarios y, con
Para México las previsiones señalan que seguiremos en épocas de vacas flacas y efectos inflacionarios
ello, disminuye el consumo; por otro lado, mayores tasas de interés desincentivan la inversión física, lo que afecta el empleo y el crecimiento económico. Asimismo, dichas estimaciones podrían resentir el impacto de una desaceleración de la economía de los Estados Unidos de América”, advirtió el IBD.
Entre los riesgos que podríamos enfrentar para el próximo año en México se encuentra una nueva ola de alzas en los precios de la comida y el petróleo, un endurecimiento más extremo de las condiciones financieras mundiales y el decrecimiento de la economía estadounidense.
Ojo a los ingresos
Uno de los principales puntos fuertes de la economía mexicana serán los ingresos petroleros ya que incrementarán por el alza en su precio a nivel mundial.
“Se prevén ingresos petroleros por un billón 317 mil 653.2 millones de pesos, este monto implica un incremento anual de 15.5 por ciento que se explica por la expectativa de mayores precios de crudo para el presente año”, señala el estudio del IBD.
El instituto además prevé que la recaudación para el 2023 sea mayor a la de este año.
“Se esperan ingresos tributarios por cuatro billones 620 mil 165.3 mdp, 11.6 por ciento más de lo aprobado en el año anterior, estimación que responde a la expectativa de mayor recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR), del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS)”, agrega.
Pero a pesar de que los ingresos y la recaudación serán mayores en 2023, el Gobierno federal propuso un gasto mucho mayor al de 2022.
“Para 2023, se propone un gasto neto pagado total del sector público por ocho billones 257 mil 614.7 mdp, superior en 11.6 por ciento en términos reales respecto al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022.
“Este monto resulta de un gasto programable pagado por cinco billones 916 mil 223.5 mdp, mayor en 8.2 por ciento respecto a lo aprobado para el presente ejercicio fiscal, y de un gasto no programable por dos billones 341 mil 391.2 mdp, que implica un incremento anual de 21.2 por ciento”, dice el análisis
Debido a esta situación, el IBD concluyó que lo anterior se traduce en un déficit primario del 0.2 por ciento del PIB, un balance económico deficitario de 3.6 por ciento del PIB y Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) de 4.1 por ciento del PIB.
Sobre esta situación la organización México Evalúa advirtió que desde hace varios años la Secretaría de Hacienda se ha caracterizado por ser muy optimista al estimar el crecimiento del PIB y la producción petrolera, lo cual podría traducirse en recortes sustanciales en el gasto público.
Uno de los principales puntos fuertes de la economía mexicana serán los ingresos petroleros