Procesión de los Farolitos acompañan las almas de niños

Destaca la participación de las familias y particularmente de los infantes

Luego de dos años, se retomó en Tultepec de manera presencial el tradicional “Paseo de Los Muertos”, también conocido como “Procesión de Los Farolitos”, se trata de una tradición que data de hace 146 años.

En el marco del Día de Muertos, esta tradición surgió por la creencia popular de guiar con una candela encendida en un farol, a las almas de los niños que han muerto y no recuerdan el camino a casa de sus familiares, a los cuales vienen a visitar cada año a partir del 31 de octubre.

Los pobladores de Tultepec elaboraron los tradicionales farolitos, que son hechos con papel de china y celofán, varas y una vela con un sinfín de figuras.

Más de 3 mil personas se dieron cita para participar en la procesión en su mayoría niños.

“Cada año sacamos nuevas ideas, para que no sólo sean tumbas, brujitas, calaveras, sino algo más llamativo, con creatividad”, dijo don Jesús

Díaz, vecino de la cabecera municipal, lo hacemos, dijo, para honrar a los difuntos y recibirlos de la mejor manera.

De acuerdo con información de familiares de quienes iniciaron esta tradición en 1875, el Paseo de Los Muertitos, tuvo su origen gracias a doña Juanita Solano, catequista del templo, quien hizo la invitación a los niños del pueblo para que junto con sus familiares realizaran la procesión el último día de octubre.

Desde hace varias décadas, el tradicional Paseo de Los Muertitos o Procesión de Los Farolitos, se inicia a las seis de la tarde frente a la casa de la familia Urbán Velasco, quienes son los continuadores de la tradición, en la esquina suroeste de la Plaza Hidalgo, justo atrás de la Concha Acústica de la cabecera municipal, para luego continuar con el recorrido por las calles del municipio hasta concluir en la explanada del palacio municipal, este año al término de la procesión, el gobierno municipal y el área de cultura prepararon un espectáculo para los niños y la quema de un Piromusical.