Carlos Rubio cuenta cómo volvió a la actividad física despúes del COVID-19.
Descubre por qué es una de las figuras del fitness más influyentes de la ciudad.
Desde pequeño, su estilo de vida siempre ha sido saludable. Iba a clases de natación y se preocupaba por su cuerpo. Cuando entró a la preparatoria, comenzó a enfocarse más en el ejercicio. “Me metí al gym, comencé a hacer pesas y a ganar músculo, porque siempre he sido muy delgado”, recuerda. “Empecé a meterme mucho al tema de la alimentación, a comer bien, sano y completo. De ahí en adelante no he parado de hacer ejercicio y cuidarme.
“Trato de llevar una alimentación adecuada porque tiendo a bajar de peso con facilidad. A mayor esfuerzo y ejercicio, procuro comer más para no perder masa muscular. Mientras estoy en casa, procuro que toda mi dieta sea balanceada, saludable y que incluya todos mis macronutrientes. Cuando llega el fin de semana, sí me relajo un poquito más, sobre todo porque sé que toda la semana me he estado moviendo y lo estoy quemando”, agrega.
Carlos siempre ha preferido las clases en grupo, aunque ir al gym también forma parte de su rutina. “Hace un tiempo tomé clases de funcional con un amigo. Eran sesiones de mucha intensidad que duraban 45 minutos y se trabajaba todo el cuerpo, todo el tiempo. Ahí estuve muchos años”, recuerda. “Después me empezaron a gustar las clases de indoor cycling, y apenas fue que empecé a meterme de lleno. Una amiga me invitó a ser coach y llevo ya un año dando clases. Realmente me gusta muchísimo”.
Al principio dudó un poco en entrar, sabía que tenía la condición y la técnica, pero tenía claro que ir como alumno era completamente diferente a ser coach. “Me acuerdo que preparé una pequeña clase, a mi amiga le gustó y entré. Poco a poco fui mejorando y también tomé una capacitación”, comenta.
Para él, la bici se ha convertido en su momento perfecto para despreocuparse, sacar sus emociones y dejar de pensar en sus problemas. “Ya que estoy dando las clases, me gusta el compromiso que se crea con mis alumnos; ya no solo es ir a la clase por mí, sino cumplir con ellos y motivarlos. Hay gente que se levanta temprano solo para ir a mi clase, eso me motiva a seguir trabajando para hacerlo cada vez mejor”, cuenta.
“Los buenos resultados siempre van a llegar con tu esfuerzo”.
En los primeros meses del 2020, Carlos estaba muy metido en el tema de las pesas y lo combinaba con indoor cycling, pero cuando comenzó la cuarentena tuvo que dejar el gimnasio. “Intenté hacer pesas en mi casa pero no es lo mismo”, afirma. “A pesar de que el estudio estuvo cerrado, yo tenía una bici en mi casa y de manera virtual seguíamos dando clase, así que eso nunca lo dejé. Siento que es un ejercicio bastante completo y que requiere mucho esfuerzo y cuidado en la alimentación”.
CAMBIO DE PLANES
En octubre del año pasado, su ritmo de vida cambió debido a la llegada del COVID-19. “No supe dónde ni cómo me contagié”, asegura. “De repente me empecé a sentir muy fatigado. Para mí despertarme temprano es muy sencillo, de hecho, siempre me levanto antes de que suene el despertador, y en esos últimos días me empecé a sentir muy cansado”, dice.
Se hizo la prueba y salió negativo, así que continuó con su vida normal hasta que su cuerpo ya no pudo más. “Me acuerdo que fue un viernes, que justamente no tenía que dar clase, cuando me empecé a sentir mucho peor y el sábado ya amanecí muy mal. Me hicieron estudios de sangre y ahí fue cuando la prueba ya salió positiva y presenté más síntomas. A partir de ese día me encerré y comencé a avisarle a toda la gente con la que había tenido contacto”.
Quince días estuvo encerrado en su casa sin ver a nadie, completamente aislado. Una vez recuperado, regresó a dar clases y continuó con su vida normal. “Yo sí te puedo decir que empezar a hacer ejercicio nuevamente me sirvió muchísimo para seguirme recuperando, el trabajar mis pulmones y en mi respiración. Cada clase que hacía me iba sintiendo cada vez mejor. Hoy te puedo decir que del COVID ya no queda nada en mí, no hay secuelas”.
TIPS DEL COACH
1. Tomar cúrcuma todos los días para reforzar el sistema inmunológico.
2. El aceite de krill es un excelente suplemento alimenticio que favorece la salud vascular, regula los niveles de azúcar en la sangre y mejora el sistema nervioso.
•Snack saludable:
jícama y zanahoria con chile y limón
•Marca de ropa deportiva:
Adidas
•Playlist para hacer ejercicio:
Calvin Harris y Tiësto
•Gadgets tecnológicos:
AirPods y reloj Garmin
•Proteína:
ISO 100