manuel medina
El catedrático, empresario y miembro de la Real Academia Europea de Doctores, comparte que la faceta más importante en su vida, ser padre.
;n la intimidad de su hogar nos recibe Manuel, quien comienza la charla confesando que para él ser papá significa trascender a través de la descendencia, por ello indica que se siente afortunado por el gran amor que lo unió a su esposa Berthita, con quien formó una familia compuesta por tres hijos: Manuel, Juan y Emmanuel. Afirma que sin duda los hijos son una proyección del amor del padre y la madre, en el que el deseo principal es que sean personas independientes y autosuficientes a través de su esfuerzo basado en valores: “Los valores son rentables”, recalca. Dentro de la actividades que más disfruta hacer junto a sus hijos están la convivencia en las noches, las pláticas antes de dormir, las vacaciones y los fines de semana, los festejos navideños, onomásticos, salidas a restaurantes o al cine, pero sobre todo ir a misa. A la pregunta de si considera que existe alguna característica especial al ser papá sólo de varones, destaca que para él es difícil encontrarla, ya que todos sus hermano son hombres, sin embargo considera que es importante la mujer, porque le da sensibilidad y orden al hogar. Destaca que la responsabilidad de ser papá es ante la sociedad, la religión y ante sí mismo, pues es formar hijos para hacerlos hombres en un marco de felicidad y bienestar. Los consejos que les da a sus hijos son que nunca dejen de formarse, que se mantengan siempre cerca de Dios, que recuerden que la generosidad da el poder, que sean empresarios; también que busquen una buena mujer como esposa, afín a sus objetivos, pero sobretodo que sea dulce, que tenga valores, que le guste aprender y que conozca el valor del esfuerzo. Finalmente, Manuel comenta que su meta en la vida es ser feliz y hacer feliz a sus hijos.