ALBERTO González
El lagunero nos cuenta que para él ser papá ha sido una experiencia inolvidable, pero serlo de cuates es una emoción ¡al doble!
“Los aviones siempre despegan con el viento en contra, nunca a favor”.
Alberto comparte que como papá siempre se tiene mucha responsabilidad y amor que dar a los hijos. Hace cuatro años nacieron sus cuates y esta experiencia no sólo fue única si no que algunas veces es algo estresante, agotadora y divertida, pero con el doble de satisfacción. “Vives emociones intensas y sobre todo al doble, porque los hijos mellizos tienen cada uno su personalidad y, si bien esperas que reaccionen por igual, siempre te sorprenden, porque son únicos y con diferente carácter”, afirma. Lo que más le gusta es compartir con ellos, ponerse a su nivel y jugar a lo que ellos les gusta, son unos pequeños cómplices de la diversión. “Disfrutamos salir mucho en familia los fines de semana, vamos a centros comerciales, al parque público y los viajes son muy enriquecedores para todos, ya que nos acercan más como familia”. Destaca que los pequeños son muy diferentes en cuanto a sus gustos, por ejemplo en la comida: “a veces es un problema el que sus gustos son totalmente diferentes y eso me parece increíble. Por ejemplo, a mi hijo Alejandro le encanta la música y el baile, mientras que a Diego no, de plano eso no es para él”. Por otra parte, afirma que se siente feliz de que los hermanos compartan el gusto por juegos como la alberca, que son inseparables y los mejores amigos, lo cual lo llena de satisfacción. El consejo que les daría a mis hijos sería que siempre actúen con honestidad, respeto y justicia, y así podrán caminar por la vida con mucha tranquilidad, concluyó.