ALE PEPEDRAZA NOS ABRE LAS PUERTAS DE CASA PRANA.
Ale Pedraza es la creadora de Casa Prana, un espacio libre de juicio que busca despertar un estilo de vida consciente y saludable.
“Me gustaría que las PERSONAS se den la OPORTUNIDAD de vivir la EXPERIENCIA de CASA PRANA con una mente abierta y que DISFRUTEN la TRANQUILIDAD que podemos transmtirles”.
Fue a través de la meditación y el yoga que Alejandra Pedraza se encontró con lo que hoy es su realidad, Casa Prana, una comunidad creciente de personas interesadas en el camino de la autosanación. Fue hace más de 10 años que se topó por primera vez con esta práctica, y tras años de estar en un ir y venir, decidió especializarse en la filosofía detrás del yoga, especializándose con diversos cursos en Arizona.
“Siempre tuve una relación de love/hate con Monterrey, no quería vivir aquí, pero gracias a la consciencia que nació en mí pude ver que estaba escapando a una realidad. Fue entonces que me detuve a pensar qué podía aportarle yo a la ciudad y sociedad de la que tanto renegaba, y me vino a la mente la idea de un proyecto para compartir, en el que se impulse la vida sana y consciente”, recordó. Después de una sesión de meditación al aire libre, Ale tuvo una visión clara de lo que quería, una casa grande, con un hermoso jardín, en el que ofreciera a sus visitantes un espacio libre de juicios para conectar con su ser interior. “Hablé con una amiga que se dedica a las bienes raíces y dimos con esta casa que era exactamente lo que había imaginado, pero estaba fuera de mi presupuesto, entonces tuve que modificar un poco el concepto hasta lograr lo que es hoy una realidad”, explicó.
Casa Prana es un espacio que combina un restaurante vegano, con clases de yoga, meditación guiada y una tienda holística en una ambiente de buenas intenciones. Su propósito es generar en las personas un balance, tanto físico como emocional y espiritual a través de la comida, el movimiento físico y el uso de productos holísticos.
“Mientras estés bien contigo mismo puedes estar bien con los demás, mientras te quieras a ti mismo puedes querer a los demás, mientras te aceptes a ti mismo puedes aceptar a los demás, esa es la filosofía que deseamos transmitir y que poco a poco ha conectado con muchas personas, que van integrándose a nuestra comunidad”, comentó.
Desde su apertura a finales del año pasado, Casa Prana ha sumado actividades en sus instalaciones, desde diferentes clases de yoga y sesiones de meditación guiada, hasta talleres con especialistas en diversas disciplinas que varían mes con mes. Pero su fuerte es sin duda el menú y juicebar creado en conjunto con Taller Vegánico.
“Es demasiado bonito ver cómo la gente responde al mensaje que yo quería transmitir, que promover la vida consciente; conocerte a ti mismo para ofrecer lo mejor de ti a los demás, saber porqué estás haciendo lo que estás haciendo”, aseguró.
Para Ale, la mayor satisfacción que le ha dejado Casa Prana en estos meses de operación es ver cómo sus visitantes han podido conectar de alma a alma, convirtiéndose en una comunidad de amor y respeto por los demás. Su sueño a corto plazo es hacer crecer este proyecto y convertirlo en un centro integral de sanación, con actividades como retiros y campamentos que puedan beneficiar a más personas.