Green Journey
Hace dos semanas fui a Phoenix, Arizona. Me impresionó que aunque sea una ciudad pequeña, su aeropuerto está en mejores condiciones que el de Monterrey. Nos quedamos en el Phoenician Hotel, en Scotssdale. En su menú incluyen platillos vegetarianos y veganos, además de elaborar algunos de sus productos desde cero, como el yogurt y el pan. En el cuarto tienen un anuncio que te invita a reutilizar la misma toalla durante tu estancia, y solo poner en el piso la que ocupe lavarse. Esta acción puede reflejar una gran reducción en el consumo de agua, energía, detergentes y suavizantes. Detrás del hotel, se encuentra la Camelback Mountain, por lo que una mañana me dediqué a subirla y me impresioné que en todo el camino solo encontré una botella de agua tirada, cuando normalmente se encuentra muchísima basura. En Phoenix, la multa por quitar o dañar alguna de sus especies protegidas, como el cactus Saguaro es de aproximadamente 1,000 dólares dependiendo de su altura; y si está dentro de tu propiedad, debes avisarle al gobierno y ponerlo en adopción por un tiempo determinado, antes de poder quitarlo. En el Gran Cañón tienes que llevar tu termo con agua, pues no venden botellas, pero manejan bebederos para rellenar tu termo de forma gratuita. También tienen zonas en donde no se permite mantener prendido el motor de tu vehículo, así como venta de productos artesanales, locales y naturales. Todo el parque está extremadamente limpio y con caminos accesibles para discapacitados y carreolas. Cuidemos los parques que tengamos cerca y protejamos nuestras especies nativas.