Tany Tager habla sobre la perseverancia en su vida y los negocios.

Con varios años de experiencia en restaurantes, Tany Tager es una mujer que busca reinventarse de manera personal y profesional, pero hay algo en ella que nunca cambia: ser perseverante.

“Me gusta la palabra resiliencia: SONREÍR a pesar de la adversidad siempre hará las situaciones menos terribles, más llevaderas e, incluso, disfrutables”.

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ara poder entender a Tany hay que saber de dónde viene y qué ha hecho. Egresada de la Universidad Iberoamericana de Puebla, es una mujer que ha destacado en el servicio al cliente y por sus estrategias de posicionamiento y comunicación, disfruta la compañía de su familia y valora mucho a su equipo de trabajo. Actualmente es directora general del restaurante Tagers. Ella junto con sus socios: Jorge González, Andrés

González y Bruno Taveira, ha logrado crear un gran equipo que trabaja en sinergia y desde los conocimientos y experiencia de cada uno, por lo que están pisando fuerte en el área restaurantera. Tany inició su trayecto en Tagers al lado de sus papás en 2011, ella desarrolló la marca y la comunicación mientras trabajaba en CDMX. Su mamá tiene un gran talento para la cocina (aún conservan muchas de sus recetas) y su papá era brillante en el servicio al cliente. En 2013 Tany dejó su trabajo y se encargó al 100 por ciento del restaurante con el sueño de hacerlo crecer. Sin embargo, el camino no fue fácil. Para poner en alto la marca, Tany debió enfrentarse a distintos retos y sumar a personas que aportaran mucho valor: “Mi esposo Jorge se sumó al proyecto en 2013, y adoptó también el sueño. Es una persona muy estratégica que siempre ha tenido una gran visión, gracias a su esfuerzo e ingenio, hemos podido conseguir recursos para un gran desarrollo. En el camino, y a medida que íbamos creciendo, empezamos a necesitar estructura y logística, fue entonces cuando se sumó Andrés González quien, además

de ser mi cuñado, es una persona

también muy preparada, pues cuenta con una maestría en el MIT, lo considero brillante y sumamente dedicado. Finalmente, se integró mi hermano Bruno Taveira, quien aportó una visión distinta e invirtió para desarrollarlo y hacerlo más grande”. Y van por buen camino, pues estan por aperturar ¡su tercera sucursal! Por otro lado, emprender es un gran camino con muchos obstáculos, y aunque parece que para Tany todo va viento en popa, también nos compartió lo complicado que puede ser emprender un negocio y nos contó el primer reto que enfrentó como directora: “Encontrar los recursos financieros siempre es un reto. En el camino hemos tenido un relanzamiento de imagen y la redefinición de nuestro concepto de marca que incluye no solo un gran trabajo de branding detrás, sino también cambiarlo de lugar, y aunque fuera solo una sucursal, tuvimos que remodelarlo para que tuviera sentido. Fue difícil al inicio pero lo logramos y me siento muy orgullosa de ello”. También destacó la importancia que tiene contar con un equipo preparado y comprometido: “tenemos una filosofía especial y buscamos que nuestro equipo la tenga de forma natural o bien, que la aprenda y la tome como propia. Permear esto a las personas que forman parte de nuestro proyecto es un trabajo que requiere de mucho esfuerzo”. Pero si hay algo que ha marcado a Tany en estos últimos meses de confinamiento es la palabra resiliencia: “sonreír a pesar de la adversidad siempre hará las situaciones menos terribles, más llevaderas e incluso, disfrutables”.