Johana Michelle nos relata su experiencia en el mundo artístico del ballet y su rutina actual para el YGP México con la que espera ganar nuevamente el pase a la final mundial del YAGP 2024 en Nueva York.
La expresión de emociones y sentimientos a través del cuerpo en movimiento es lo que hace que la danza sea una de las artes más bellas que existen. El ballet se basa en la elegancia, cadencia y el control muscular absoluto del cuerpo para poder comunicar estados de ánimo o contar historias. Esta disciplina exige una gran conexión entre la mente y el cuerpo y, sobre todo, requiere mucha pasión. Johana Michelle Fuentes es una bailarina poblana de ballet de 14 años que se encuentra en formación. Comenzó a practicar a la edad de cuatro años, a los siete empezó a competir en concursos internacionales como World Ballet Competition, YAGP San Diego y fue parte de la final de YAGP en Florida, entre otros. Esto la colocó en el top 10 de las competencias de danza, para niñas de todo el mundo, y le permitió ganar para asistir a cursos de talla internacional en países como: Singapur, Japón, Canadá, Estados Unidos, Perú, Suiza y otras ciudades del mundo. Para la bailarina, la danza lo es todo: “El ballet es mi vida y mi forma de expresar todo lo que siento. Gracias a él, se han abierto muchas puertas en diferentes lugares”, expresó. Una de las razones por las cuales decidió convertirse en bailarina fue el nivel artístico de las competencias a las que asistía: “Me ayudó a inspirarme, a ser mejor cada día y a convertirme en bailarina. Mi inspiración es Marianela Nuñez”, comentó. Existen distintos estilos de ballet: clásico, romántico, neoclásico y contemporáneo. Para la artista, el estilo clásico siempre ha sido su favorito. Una de sus presentaciones más memorables fue El Cascanueces esta presentación fue su primer pas de deux, y su personaje fue un hada. Para la danzante, es muy importante transmitir a los espectadores lo que siente al bailar y que logren comprender lo que está interpretando. Asimismo, ella comentó que cada vez que pisa un escenario siente una emoción y nervio muy grandes. Sin duda, la pasión por este arte se percibe en los movimientos corporales de la bailarina.
Su amor por el ballet le dio la oportunidad de obtener becas en academias como la ABT en Nueva York, Joffrey en Chicago, Royal Winnipeg y The National Ballet en Canadá, The Rock Ballet en Filadelfia, Houston Ballet, y Ballet Schule en Baseilea Suiza. En 2022, le otorgaron el Premio Estatal de la Juventud en Puebla en la categoría de expresiones artísticas y culturales.
El nivel de exigencia de un profesional del ballet es grande, ya que requiere un régimen alimenticio estricto y muchos ejercicios y técnicas especiales. De acuerdo con Johana, un bailarín debe poseer características específicas: “Amar lo que hace, sentir cada movimiento y tener una excelente técnica para ejecutar bien lo que deseen bailar”, mencionó. Ella recomienda que si alguien desea bailar ballet no debe tener miedo a cumplir sus sueños: “Es una disciplina muy demandante, pero hermosa”, opinó.
Debido al esfuerzo que requiere este arte, Johana Michelle lleva a cabo una rutina de entrenamiento muy organizada: “Al despertar me preparo el desayuno, me alisto para mis clases que comienzan a las nueve de la mañana. Luego, tengo clase de ballet, dúo, preparación física y repertorio, entre otras actividades. Después como y me preparo para ensayos de competencia, hago mis tareas y me preparo para cenar y descansar”, explicó. Al finalizar cada entrenamiento, antes de ingerir un alimento sano, realiza estiramientos para evitar cualquier tipo de lesión y hace uso de calentadores para evitar los enfriamientos.
Antes de cada presentación, ella ensaya para que todo salga lo mejor posible: “Me concentro mucho en mis correcciones y trato de mentalizarme solo en lo que tengo que hacer en el escenario”, dijo.
Johana, es la primera poblana en ser finalista de Youth American Grand Prix por segundo año consecutivo.