PINCELADAS DE AMOR
María del Carmen Covarrubias Remolina, es originaria de San Luis Potosí SLP, es una persona que ama al arte pictórico desde pequeña. Desde que llegó a Tampico ha hecho infinidad de amigos gracias a sus pinceladas que la han llevado a amar al arte a través del altruismo como benefactora de causas sociales de la zona sur de Tamaulipas. El motor de su vida es su familia conformada por su esposo Rafael y sus hijos Tuky , Conrado y Carlos Andrade, quienes son su motivación y a quien dedica sus triunfos como pintora, además es educadora y couch motivacional de talleres de liderazgo dirigidos a jóvenes y padres de familia.
¿Cómo nace su amor por la pintura?
“Desde niña jugaba a ser Maestra y les elaboraba dibujos a mis amigos para que los colorearan; soy educadora, les inculco a los niños el amor al arte y la creatividad en sus trabajos manuales”.
¿Quiénes fueron sus maestros del arte pictórico?
“Profesionalmente estudié con las pintoras Amira en ciudad Victoria, y Marcia Anaya en tampico. Después ya lo hice en la casa creando texturas, colores y materiales”.
¿Cuál es su obra predilecta?
“La obra de arte que más quiero es un leopardo porque lo hice después de una operación, cuando me recuperaba”. A través de sus trazos con color lo que Maricarmen Covarrubias desea es transmitir su alegría de vivir y agradecimiento a Dios, pero sobre todo lograr el sueño de los niños que desean aprender a pintar, por ello impartio talleres de pintura en casa Hogar en Ciudad Madero donde los niños han expresado su sentir.
¿Cuáles son los valores que aplicas en su día a día?
“El amor, la responsabilidad el compromiso, la tolerancia, la amistad, la lealtad, la solidaridad el respeto, la prudencia, el diálogo, la cooperación, la humildad, la justicia y la libertad”.
¿Se siente satisfecha por sus éxitos?
“Sí, mientras tenga vida seguiré apoyando y dando mi arte a la comunidad. Ayudaré impartiendo conferencias donde se me requiera para llevar esperanza y motivar a las personas”.