Cubre dolor a edificio
En Calzada de Tlalpan, estudiantes de medicina y voluntarios buscaban a personas bajo los escombros de un multifamiliar que se desplomó
“¡María del Carmen Cerón! ¡Algún familiar de Maricarmen Cerón!”, exclamó desesperada una joven médico.
La doctora participó en la emergencia por el derrumbe de un multifamiliar ubicado en Calzada de Tlalpan, a causa del temblor de 7.1 de magnitud que azotó ayer a la Ciudad de México.
El grito lo replicaron cientos de voluntarios, paramédicos y militares que acudieron al lugar para apoyar en las labores de rescate, ubicado a unos metros de la estación de tren ligero Las Torres, en la Colonia Educación, de la Delegación Coyoacán.
“¡Hay algún familiar de María del Carmen Cerón!”, gritó más fuerte un militar, que llevaba en el hombro el distintivo naranja del Plan DN III.
Tras el eco de cientos de gritos, una señora vestida de azul salió desde lo más profundo de la unidad de multifamiliares soltando alaridos llenos de angustia: “¡yo, yo!”, gritó.
La mujer fue llevada por militares a las carpas de atención médica que se instalaron frente al edificio colapsado.
Desde su interior, se escuchaba “¡mamá, mamá!”, acompañados de sollozos
Minutos después, llegó una señora de unos 60 años llamada Griselda, quien aseguró ser vecina y amiga de María del Carmen Cerón.
Sin embargo, como no era su familiar, paramédicos no la dejaron entrar a la carpa.
“¡Es mi amiga, quiero que sepa que estoy aquí! ¡Déjenme pasar!”, dijo la señora Griselda, quien entró en pánico.
“Ella sabe que usted aquí, déjeme la llevo a que la atiendan”, dijo una paramédico.
Mientras esto ocurría, personal médico informó sobre el deceso de la señora Cerón, a causa de las heridas ocasionadas por el derrumbe.
En el lugar de los hechos, marinos, militares, elementos de la Policía federal y capitalinos, bomberos, paramédicos de la Cruz Roja, estudiantes de medicina y docenas de voluntarios buscaban a personas atrapadas bajo los escombros.
Mientras que las mujeres y hombres ayudaban con las labores de rescate y limpieza de los escombros, niños repartían agua y comida.
Hasta el cierre de esta edición, ocho personas habían sido sacadas de los escombros.