‘Nos metimos sin pensarlo’
‘Limpiaparabrisas’, los primeros en acudir a rescatar a personas atrapadas en un camión sobre el que se desplomó un edificio de la torre Latinoamericana
“No mames, se cayó la torre y corrimos. Luego vimos cómo la gente se había quedado en la ruta (transporte público) y corrimos a ayudar. Yo me metí hasta arriba del otro edificio, de ahí sacamos como a cuatro personas. Una de ellas estaba bien jodida, tenía un vestido rojo”, dice Martín, quien todos los días ocupa el crucero de Morelos y Degollado para limpiar parabrisas.
A las dos de la tarde con 14 minutos le tocó presenciar cómo el edificio central de la Torre Latinoamericana, ubicado en el centro de Cuernavaca, se desplomó sobre un camión con pasajeros de los llamados ‘chapulines’, que recorren 30 kilómetros entre las colonias Alta Vista hasta Civac, en Jiutepec. No lo pensó al socorrer a los afectados.
Otro hombre que pasaba por ahí acompaña al joven de unos 17 años. El mayor reclama a un policía que lo empuja tratando de “poner orden” y acordonar la zona.
“¿Cómo ves a este cabrón?”, le dice al reportero molesto. “No mames, estos pendejos llegaron al último, nosotros nos chingamos desde que acabó el temblor. Nos metimos sin pensarlo, y ahora estos hijos de la chingada llegan sin despeinarse a querer poner orden. Que no mamen”, exclama molesto.
No se conocían antes del sismo, pero ninguno de los dos lo pensó dos veces en auxiliar a los atrapados entre los escombros. Son sólo dos de las historias que se tejen en medio de la tragedia. Junto con otras personas, se organizaron de inmediato y sin meditarlo demasiado ingresaron al edificio anexo para sacar personas que habían sido afectadas por el sismo.
Al menos fueron rescatadas una decena de personas del camión de pasajeros y de los edificios aledaños.
Hora y media después del sismo los policías acordonan la zona, los militares con sus brazaletes del Plan DN-III aparecen por fin con toda su parafernalia, mientras los civiles, como hace 32 años en la Ciudad de México, son quie- nes se organizan en brigadas para tratar de rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros.
Cuernavaca se convirtió en un pueblo fantasma la tarde de este martes 19 de septiembre. Prácticamente el 100% de los locales comerciales bajaron sus cortinas, incluidos los supermercados.
Confirman 55 muertos
La cifra de personas fallecidas por el sismo de 7.1 grados ocurrido este martes ascendió a 55 en la entidad hasta las 19 horas, informó el gobierno de Graco Ramírez.
Jojutla, Axochiapan y esta capital reportaron los mayores daños, pero otros municipios con afectaciones son: Jiutepec, Temixco, Cuautla, Yautepec, Yecapixtla, Tlayacapan, Ocuituco, Tetecala, Miacatlán, Xochitepec y Zacatepec.
El centro de Cuernavaca y buena parte de sus colonias se quedaron sin energía eléctrica.
Las instalaciones de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) fueron desalojadas y se reportaron afectaciones en varios edificios y facultades.
La Catedral de Cuernavaca, en proceso de restauración, sufrió afectaciones en su cúpula principal, mientras que la cúpula del reloj del Palacio de Cortés, que no pertenece a la construcción original del siglo XVI, resultó dañada. La gente grita en medio de una polvareda, mientras intenta salir de los comercios y buscar refugio en medio de la calle Constitución del 57. Es el centro de Jojutla, el epicentro del desastre en Morelos.
De los 13 municipios morelenses que resultaron afectados por el sismo de 7.1 grados, esta localidad fue la que más resintió el embate del temblor.
Preliminarmente, se informó que murieron 16 personas y 100 casas colapsaron.
“Sólo escuchamos que todo comenzó a crujir, fue cuando nos salimos corriendo. Vimos primero que la casa de enfrente se cayó y luego la de noso-
Yo me metí hasta arriba del otro edificio, de ahí sacamos como a cuatro personas. Una de ellas estaba bien jodida, tenía un vestido rojo.
Martín Limpiaparabrisas