Mueve la tragedia apoyo ciudadano
Decenas de jóvenes que no vivieron el sismo del 85, se coordinan para ayudar a los afectados por el terremoto que desbastó las colonias de la capital
Todos quieren ayudar. La magnitud de la tragedia en zonas cercanas a sus casas, sus escuelas, los movió a hacer algo por los que están mal, por los que están peor.
Decidieron movilizarse de manera espontánea. Son grupos de amigos, conocidos, vecinos, compañeros de universidad.
La mayoría no vivió el sismo del 85 en esta ciudad, en la ciudad de México. Son jóvenes entre 18 y 30 años; algún profesor con 10 o 15 años ma- yor que ellos.
Como Fabiola, Rogelio y Leslie de 32, 30 y 21 años respectivamente, se organizan en Insurgentes y Millet, frente al Parque Hundido, para organizar el tránsito ante el parpadeo inoperante de los semáforos. Se coordinan, gritan. Dejan pasar a peatones, autos, bicicletas, metrobuses, ambulancias, patrullas.
“Queríamos hacer algo. Vimos que ya había gente en los escombros y vimos que podíamos ayudar aquí”, dice Leslie, la más joven de los tres.
“Somos amigos y no sabíamos cómo ayudar, y vimos que aquí podíamos hacerlo. Queríamos hacer algo”, comenta Fabiola.
Rogelio, el mayor, se mueve de un lado a otro, manda señales, mueve los brazos, das indicaciones.
“Nunca se me va a olvidar mi cumpleaños, ni mi oficina, ni mis amigos. Ya aguantaremos lo más que se pueda. Los semáforos siguen sin servir”, comenta Rogelio.
“La realidad es que queríamos hacer algo pero veíamos en las noticias que ya hay mucha gente y entonces empezamos a caminar por aquí y vimos cómo estaba esto, y había un boy scout que estaba solo y decidimos ayudarlo”, añade.
Cuadras adelante, se reúne otro grupo de amigos de alguna colonia aledaña a la del Valle, que sufrió colapso de varios edificios.
Gabriel de 23 años. Jonathan de 25, Raúl de 29 y Eric de 43 -el único de los cuatro que vivió el terremoto del 85 cuando tenía 11 años que se acaba de unir al grupo-, se organizan para ir a Gabriel Mancera en donde escucharon que se colapsó un edificio.
“Vamos a ir ahí al edificio que se cayó en Gabriel Mancera, vamos a ver qué podemos hacer. Ahorita estamos viendo que se necesita ayuda”, dice Raúl.
En Insurgentes y Félix Cuevas, alumnos de la Universidad Pedagógica (UP) que tiene su sede a pocas calles de ahí, se integran en una brigada de las muchas que organiza la institución para hacer trabajo voluntario en donde se necesite.