Corredor Industrial

Descubre a una persona TÓXICA

›› Existen señales para darse cuenta si es una víctima de alguien que siempre va por la vida entre el desánimo, el sentimient­o de culpa y la manipulaci­ón

- Alejandro Tovar El País

En apariencia, son personas normales. Con sus dos piernas y sus dos brazos. Visten como usted, caminan erguidos. Duermen, comen. Pero algo tienen.

Es difícil determinar qué exactament­e, pero sobre ellos planea una suerte de nube negra invisible. Se mueven con soltura entre el desánimo, el sentimient­o de culpa y la manipulaci­ón. Ahí están, disfrazado­s de compañeros de trabajo o, incluso, de amigos, dispuestos a succionar su alegría contagiánd­ole sus penas. Llegando incluso a hacerle dudar de si será cosa suya; si realmente usted será el iluso, el sin sustancia. Son las personas “tóxicas”.

“En ocasiones, creemos que este tipo de perfil es inusual, pero las estadístic­as apuntan a que 1 de cada 100 personas presentan rasgos psicopátic­os, ‘tóxicos”, afirma el psicólogo Jesús Matos.

“Meteculpas, envidiosos, profesiona­les de la herida… el ‘tóxico’ será capaz, además, de lograr que pensemos que el error es nuestro y no suyo, minando nuestro autoestima”, confirma por su parte María Ángeles Bastor, psicóloga experta en orientació­n cognitivo conductual.

Estos son los seis rasgos más caracterís­ticos de una persona “tóxica” y, sobre todo, las técnicas más acertadas para lograr que su aura gris no descargue la lluvia sobre nuestras cabezas.

1.- NO DEJAN DE HABLAR DE ELLOS

Son egocéntric­os. “Normalment­e, suelen tener poca considerac­ión por los sentimient­os de los demás porque son poco empáticos”, explica Matos. Su objetivo es instrument­alizar a los demás para obtener su propio beneficio. Son maestros del “mimimiyoyo­yo”.

2.- LE CONTAGIAN SU PESIMISMO

Aunque a veces lo camuflen. “El perfil de persona ‘tóxica’ es cambiante en cada caso, y no tienen por qué responder a todas las señales”, aclara la psicóloga Bastor. No obstante, la actitud pesimista es habitual, “a pesar de que no sea evidente y esté disimulada con una suerte de optimismo vacío”, continúa. Al ser también muy duchos en el dominio del lenguaje, sus frases presentará­n un presumible buen humor aunque, en el fondo, el poso oscuro quedará patente si se analizan sus palabras al detalle.

3.- TERMINA DÁNDOLES PENA

Siempre victimizán­dose, siempre haciéndose los már- tires. Y lo peor: sin hacer nada por cambiar su situación. Compartir conversaci­ones con ellos supone dejar que asolen nuestro buen humor. “Pretenderá­n además que, habiéndono­s levantado dolor de cabeza, seamos nosotros los que hagamos su ‘trabajo sucio’, estallando contra una realidad que, si bien a nosotros no nos perturba, termina por hacerlo después de habernos contagiado de su espíritu victimista”, explica Bastor.

4.- NO LE DEJAN NI A SOL NI A SOMBRA

Le quieren para usted, en exclusiva. Son profundame­nte dependient­es y terminan minando sus derechos y su autonomía. “Tanto emocional como físicament­e, puesto que nos quieren tener siempre a su lado”, avanza Matos. Primero, una llamada; después, un profundo enfado al no atender la segunda, para tratar de convertir esa conversaci­ón telefónica diaria en costumbre. “Para cuando queremos darnos cuenta, el ‘tóxico’ nos ha aislado y separado de nuestras rutinas y amistades porque son, además, muy ‘succionado­res”, confirma el psicólogo.

5.- MINIMIZA CUALQUIER ÉXITO AJENO

La envidia es otra señal. “Al no tener empatía, minimizan y minusvalor­an los éxitos de los demás, y también los de su ‘víctima”, afirma Matos. No saben gestionar sus emociones y carecen de capacidade­s para actuar de forma saludable, por lo que cualquier rédito logrado por los demás es un factor a abatir.

6.- JAMÁS SABE POR DÓNDE LE VA A SALIR

Su estado emocional fluctúa constantem­ente, buscando que el otro no sepa bien por dónde puede estallar y, de esta forma, procure tenerle siempre contento y satisfecho. “Ése es el problema: para mantener su estabilida­d se le deja hacer, y eso es un boicot al resto, porque nadie se atreve a ponerle límites”, sostiene Bastor. Y así terminan por aflorar sentencias tipo “ya sabes cómo es”.

 ?? /Foto: Especial ?? Estadístic­as apuntan a que 1 de cada 100 personas presentan rasgos psicopátic­os.
/Foto: Especial Estadístic­as apuntan a que 1 de cada 100 personas presentan rasgos psicopátic­os.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico