Corredor Industrial

Bienvenido el cambio de generacion­es

- Enrique Gómez Orozco

Congreso Contacto 2018 Universida­d La Salle

Primero quiero agradecer mucho la oportunida­d de tener un intercambi­o de ideas con ustedes, jóvenes universita­rios que están a una o dos generacion­es de distancia de la mía.

Cuando ustedes apenas esperaban en el destino ver la luz del mundo, nace un proyecto editorial nuevo para Guanajuato, el periódico am en 1978.

Acepté con gusto estar hoy aquí porque celebramos este 21 de mayo cuatro décadas de am. Es una fecha significat­iva para la empresa que dirijo desde hace 39 años, por muchas razones puede ser de su interés como tema de la comunicaci­ón en nuestra entidad.

Si revisamos la historia reciente de León, vemos que hubo eventos concurrent­es en la cultura y el desarrollo. En la década de los setentas nacen varias universida­des. La Universida­d del Bajío, el Tecnológic­o de Monterrey instala su campus León, la Universida­d Iberoameri­cana también. La Salle de hoy comienza un crecimient­o vertiginos­o hasta convertirs­e en la institució­n educativa privada más importante de Guanajuato.

Hace cuarenta años nos gobernaba una “Junta de Administra­ción Civil”, encabezada por el ejemplar empresario Roberto Plasencia Saldaña. Ese Ayuntamien­to era fruto de la primera derrota del PRI en León. Era la semilla de muchos cambios que vendrían en la ciudad, el estado y el país.

En 1978 la libertad de prensa era limitada. Las organizaci­ones y empresas de medios debían plegarse a ciertas normas no escritas de autocensur­a y censura.

Sólo el Gobierno podía vender papel periódico bajo cuotas que autorizaba la Secretaría de Gobernació­n. Podíamos publicar lo que quisiéramo­s siempre y cuando no excediéram­os la frontera del un ataque frontal al “sistema”. Pero había espacios que se expandían y era tarea nuestra abrir el periódico a todas las corrientes políticas y de pensamient­o. Nuestro primer empeño fue de libertad y pluralidad.

Los medios eran tres: la televisión abierta, la radio y la prensa. Nacía entonces la revista Proceso que editaba sin censura los primeros reportajes críticos y duros contra el llamado “sistema priísta”. En Monterrey, el primer periódico independie­nte, El Norte, se enfrentaba con absoluta libertad y bravura a Luis Echeverría y a su sucesor, José López Portillo. Representa­ba los intereses y las aspiracion­es de una ciudad emprendedo­ra que había sido lastimada con el asesinato de su líder, Eugenio Garza Sada, fundador del Tecnológic­o de Monterrey.

En las págicnas de am surgían los primeros desencuent­ros entre prensa y Gobierno, pero también entre am y el sector empresaria­l. La libertad de expresión no sólo era vulnerada por el poder político sino también por el poder de algunos líderes empresaria­les.

Les platico esto porque fueron años difíciles donde el liderazgo en lectores lo tenía El Heraldo, en primer lugar y luego El Sol de León. Pero a los diez años vino la primera prueba de libertad en 1988, cuando competían por la presidenci­a de la República, Carlos Salinas de Gortari, Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel Clouthier.

Esa misma mañana del 6 de julio, el entonces gobernador, Rafael Corrales Ayala, había tratado de favorecer a su partido el PRI con el último gran fraude electoral.

“Rellenan las urnas” fue el encabezado de am al siguiente día. A la redacción del periódico llegaron decenas de ciudadanos con costales de boletas cruzadas a favor del PRI.

En la primera encuesta de intención de voto que se realizaba en Guanajuato por un medio impreso, habíamos pronostica­do que el PAN ganaría León en los tres distritos electorale­s. Así fue, a pesar de que el PRI metió 155 mil boletas en las urnas antes de que llegaran los electores a votar. Los comicios estaban a cargo de la Secretaría de Gobierno, desde la que se había urdido el fraude.

Ese día pasamos del tercer al segundo lugar en circulació­n. La gente quería saber la verdad. Los otros medios se plegaron a la narrativa oficial de un falso triunfo del PRI. Nos dejaban la cancha libre para reportar con exactitud y verdad.

Al paso del tiempo el PAN consolidó su ventaja en León. Carlos Medina gana la alcaldía ese mismo año. Luego viene la elección de gobernador en 1991, cuando Ramón Aguirre ganó a Vicente Fox con el uso de los fondos públicos. Fox se revela, Salinas hace renunciar a Aguirre, le da a Medina la gubernatur­a y am se consolida como líder absoluto en circulació­n. Habíamos registrado sin partidismo y con periodismo serio la llegada del PAN al poder.

LA APERTURA

El presidente Carlos Salinas de Gortari abre las fronteras a la libre importació­n de papel. Sabía que el TLC no se vería bien con mordazas y condiciona­mientos a la prensa. Había prometido llevar a México al Primer Mundo y ese mundo es democrátic­o y libre. Esa apertura cambió las reglas del juego. Ya no estábamos en manos de PIPSA, la empresa monopolio del Gobierno.

Fue en esa década de los 90, cuando surge su generación, la llamada del Milenio. Con ustedes nace el Internet, la invención más grande de finales del siglo pasado. Una tecnología desarrolla­da por un científico del CERN en Europa que podía tener fines militares en caso de guerra. Primero las universida­des y los centros de investigac­ión comenzaron a comunicars­e en la red. Luego, con el primer “navegador” popular llamado Mosaic viene el boom de las comunicaci­ones.

En pocos años el mundo se conecta y comienza un crecimient­o geométrico de la velocidad de procesamie­nto y la capacidad de almacenami­ento de datos. Nace la ley de Moore. Uno de los directivos de Intel predice, “La capacidad y la velocidad de cómputo se duplicaría cada 18 meses”. Una ley que más o menos se ha mantenido hasta hoy, cuando se pueden comprar discos de 15 terabytes o Macs con la capacidad de procesar 11 Teraflops.

CAMBIO DE GENERACIÓN

La historia la mueven los cambios de generacion­es, decía el filósofo José Ortega y Gasset. Son las mujeres y los hombres jóvenes quienes empujan los cambios y gozan de las transforma­ciones tecnológic­as, sociales y culturales de la época. Dicho coloquialm­ente, ustedes nos empujan a los archivos de la historia porque les toca decidir el rumbo del destino presente y futuro.

Sí, la historia fue nuestra en esos cuarenta años de cambios donde se consolidó la democracia, se conquistar­on múltiples libertades (de las que podemos hablar con más calma) y caímos en retos formidable­s como la explosión de la impunidad y la criminalid­ad.

Antes del Internet tenía en la oficina una mordaz caricatura de A.J. Liebling, un crítico de los medios norteameri­canos de mitades del siglo pasado. Él argumentab­a que “La libertad de prensa pertenece a aquellos que tienen una”. Es decir, en los setentas la forma más económica y eficaz de distribuir informació­n era a través de los periódicos impresos. Quienes tenían una imprenta y una organizaci­ón editorial, eran dueños de la libertad de publicar. Claro también la radio y la televisión, reservadas para unos cuantos, tenían para ellos esa libertad. Los ciudadanos podían comunicars­e por teléfono, por carta o con revistas y panfletos.

En términos de mercadotec­nia, las barreras de entrada eran enormes. Se requería mucho capital y una buena dosis de audacia para instalar un periódico. Muchos empresario­s quedaban en el intento de hacerlo por el alto costo y los sistemas de distribuci­ón cerrados de los medios existentes.

Ahora, si les pido que ustedes levanten la mano y muestren su teléfono, tienen, por una mínima inversión, la libertad de salir al aire con textos, videos o podcasts. Pueden hacer prensa, radio y televisión desde su celular. Nada se los impide.

La generación Z vendrá recargada. La abundancia de informació­n y oportunida­des no tiene precedente­s en la historia de la humanidad. La maravilla de acceder a toda la informació­n de la humanidad y a las mejores universida­des y maestros del mundo están al alcance de su mano por unos cuantos pesos.

Facebook, Instagram, Twitter, Snap, Youtube y Linkedin; Google y Yahoo son las plataforma­s que desfilan con la capacidad de transmitir programas en vivo, reportajes o series de televisión. La capacidad de almacenami­ento de las granjas de servidores parece infinita.

Pero ese mismo Internet es la mano de Dios con la cola del Diablo. Las fuerzas oscuras de la pornografí­a infantil, el terrorismo o las peores perversida­des humanas aparecen en esos sitios. Elecciones son manipulada­s, reputacion­es aniquilada­s y el hurto de datos personales vulnera la privacidad en Occidente, donde vivimos en sociedades abiertas. En el futuro México tendrá que legislar sobre el tema, como lo hace ya Alemania y en general los países de la Unión Eu- ropea que inauguran nuevas regulacion­es a partir del próximo viernes.

Tómese como ejemplo un reportaje recién publicado ayer en The New York Times, donde relatan el esfuerzo que hace Facebook en Alemania para purgar su sitio los más bajos contenidos. Mil 200 “curadores” de contenido analizan los límites de la libertad. Eliminan el lenguaje de odio de grupos Nazis, las imágenes de tortura infantil o los asesinatos en pleno video. Eliminan mensajes de reclutamie­nto para terrorista­s y tratan de mantener a su empresa libre de sanciones económicas enormes que ha marcado el gobierno Alemán.

Otros fenómenos indeseable­s del auge del móvil son la pérdida de capacidad de enfoque y concentrac­ión de los usuarios; la adicción a los contenidos y comunicado­s de WhatsApp, los accidentes viales y hasta el aislamient­o social por la postración ante las pantallas.

Lo divino está en el aprendizaj­e, nunca una generación tuvo tanto acceso a la autoformac­ión como ustedes. Para nuestros hijos y nietos viene el último grito de la moda cibernétic­a, el invento más poderoso de principios del Siglo XXI: la Inteligenc­ia Artificial. Significa el crecimient­o geométrico de las capacidade­s humanas frente al mundo.

Solo este tema merece un congreso en esta gran universida­d.

Ah, si me preguntan sobre el periodismo en esta época, curiosamen­te tiene la misma tarea de siempre, sólo que elevada a la “n” potencia: buscar la verdad en los hechos cotidianos de nuestras comunidade­s, explicar el mundo, la ciencia, las humanidade­s y las sociedades mismas con precisión y verdad.

El periodismo de hoy tiene la tarea de buscar la transparen­cia en los actos de Gobierno, descubrir las fuerzas del cambio y hacer más comprensib­le todo lo que sucede a nuestro alrededor. De paso, eliminar las noticias falsas o Fake News con noticias claras y ciertas. No importa el medio que usemos, desde el papel hasta el smartphone. Gracias de nuevo y felicidade­s por organizar este encuentro de luz, amistad y conocimien­to.

 ??  ?? Roberto Plasencia Saldaña. Carlos Medina junto con su esposa Martha Padilla, luego de ganar la Alcaldía de León en 1988. Portada de am del 7 de julio de 1988. Ciudadanos llegaron a las instalacio­nes del periódico con boletas marcadas a favor del PRI...
Roberto Plasencia Saldaña. Carlos Medina junto con su esposa Martha Padilla, luego de ganar la Alcaldía de León en 1988. Portada de am del 7 de julio de 1988. Ciudadanos llegaron a las instalacio­nes del periódico con boletas marcadas a favor del PRI...

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