‘Necesitamos derechos’
» Me enoja que etiqueten a la gente, pero tenía de dos, quedarme callada o decirlo con miedo y pánico.«
Montserrat Oliver, conductora.
Luego de anunciar que se casó hace seis meses con la modelo Yaya Kosikova, Montserrat Oliver alza la voz por una sociedad incluyente.
Con motivo del Día Internacional del Orgullo LGBT, la conductora da un mensaje: “Qué bueno que aprovechemos la ocasión para recordarle a la gente que todos necesitamos derechos, que tenemos que respetar, saber que existimos y que no hay por qué discriminarnos”.
Al ser una figura pública, la vida personal de la regia queda al descubierto y no está exenta de la intolerancia de algunos de sus seguidores, quienes rechazan que ame a otra mujer.
“En las redes sociales me dicen cosas como que me voy a quemar en el infierno, que la Biblia no lo acepta, que qué desperdicio, y muchos comentarios estúpidos.
“Sé que nadie nace discriminando o siendo racista, pero sí lo aprenden; creo que si el humano olvidara todo eso, respetaría a cada quien como alma e individuo”, dijo.
Su lucha no ha sido fácil, pues aunque nunca fue un secreto, prefirió ser discreta ante los ojos de sus seres queridos.
“Si no salí del clóset antes no fue porque no quisiera, aunque tampoco lo escondí, fue por mi mamá, porque no quería que sufriera y hay gente canija, como esas que se dicen tías de cariño, que la molestaban, y yo no quería causarle una pena”, expresó la modelo.
Seguir a su corazón para estar con su ahora esposa le dio tranquilidad y más plenitud, pero también le trajo pérdidas laborales.
“Vivo de esto, de la tele, fui imagen de marcas que me salieron con que ‘es familiar, no te quieren’, te lo juro.
“A estas alturas, vivimos en un País con doble moral, aunque, claro, igual y me hablan para anunciar Doritos Rainbow, porque pues ‘ya salí’, mientras otros ya no me llaman”, señaló.
Además del programa de televisión “Montse y Joe” que conduce con su amiga y ex pareja Yolanda Andrade, actualmente sacó su propia línea de skincare, Grimau, la cual se caracteriza por ser libre de crueldad animal y, además, es incluyente, pues también es para hombres.