NO A SUN HIJOS a sus hijos
En muchas ocasiones, los niños hallan la forma de obtener lo que quieren y lo peor es cuando saben que sí se lo damos. Por ello, aprenda y sea determinante a la hora de decir NO a sus hijos.
Muchos padres se resisten a decir no a sus hijos y continuamente complacen sus necesidades y deseos con la finalidad de proporcionarles todo lo que de ellos dependa para que sean niños felices y satisfechos.
A priori esto puede parecer positivo, sin embargo, no lo es. satisfacer todas las exigencias de nuestros hijos puede ocasionar que los niños se conviertan en auténticos tiranos.
ES BUENO EDUCARLOS
decir “no” a nuestros hijos es muy beneficioso para ellos, les estamos ayudando a sentirse mucho más felices y seguros. Aunque resulte difícil de creer, un niño con límites claros y bien definidos es mucho más feliz que un niño que no sabe a qué atenerse y tiraniza a sus familiares para conseguir aquello que quiere.
Los niños son muy hábiles emocionalmente, incluso en ocasiones más que los adultos, y saben perfectamente cómo deben comportarse para alterar emocionalmente a sus padres y finalmente conseguir aquello que tanto desean.
como todos sabemos, a ningún niño le gusta que sus padres le diga no, por lo que al principio los niños no suelen aceptar los noes gustosamente y hacen todo lo que está en sus manos para que sus progenitores terminen cediendo y cambiando el no por un sí: gritan, lloran pegan, tiran cosas, insultan, etc.
Lo que suele suceder es que los padres terminan diciendo “sí” para que el niño deje de llorar y de tener ese comportamiento inadecuado. Muchos padres y madres consideran que si no ceden cuando su hijo llora es un acto cruel e incluso se sienten culpables por permitir que su hijo llore y no ceder ante sus exigencias. Pero, es justamente lo contrario, es un error porque el niño aprende que cada vez que quiera conseguir algo tan sólo tiene que llorar
y portarse mal para que sus padres terminen finalmente satisfaciendo sus deseos y necesidades: ¡se convierten en pequeños tiranos!
simplemente están utilizando todas sus armas para salirse con la suya. Los niños prueban y experimentan para ver dónde está el límite. si lo hacen, es porque creen que ellos manejan la situación y que tienen el poder suficiente para lograr que finalmente sus padres cambien de opinión. en cambio, si los padres se muestran firmes le enseñan al niño una gran lección: ¡no vas a conseguir nada con el chantaje emocional o con un mal comportamiento!
si les enseñamos a que pueden conseguir todo lo que deseen y de manera inmediata no les estamos haciendo ningún favor porque en la vida adulta las cosas no funcionan así y debemos prepararlos para ser personas resilientes, capaces de tolerar la frustración.
Pero, esto tiene solución. decir no es una habilidad y por tanto puede ser aprendida.