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EL ZAPOTILLO: SOMBRAS NADA MÁS
En el misterio y la información a cuentagotas que los responsables y afectados indirectos del proyecto prodigan públicamente, las reflexiones de la diputada Angélica Casillas sobre el presente y porvenir del proyecto El Zapotillo para León, resultan muy interesantes.
Es evidente que la empresa española Abengoa ya no quiere proseguir con ese proyecto vital para más de un millón y medio de leoneses. El problema es que la empresa europea culpa a Conagua de su fracaso e intenta pasar de villano favorito a verdugo en la resolución final.
Fiel a su costumbre, el gobierno del estado informó en torno a una reunión con el director de la Conagua, Roberto Ramírez de la Parra, el pasado viernes a través de un comunicado que de manera sustancial, muy poco o casi nada dice.
Sólo habla de un encuentro para dar seguimiento al asunto y ya. Ni un solo dato duro, cero menciones a las alternativas. Nada de lo que puede pasar con la empresa Abengoa.
Ayer se supo a través de un diario leonés no sólo que Abengoa avisaba que no seguiría más con El Zapotillo sino que exigía además una indemnización de 2 mil millones de pesos porque la Conagua no habría cumplido con la liberación de los derechos de vía para la construcción del acueducto.
Ayer consultamos a SAPAL y desde su oficina de prensa, señalaron que el gobierno del estado era el conducto adecuado para un pronunciamiento sobre el tema. Al cierre de esta columna, la administración estatal no se había pronunciado.
Pero sí pudimos conocer los dichos de Angélica Casillas, uno de los personajes que más conoce los entretelones y el calvario de este proyecto.
Dice la diputada panista que Abengoa no puede zafarse así, tan fácilmente de un proyecto de tal envergadura. Por lo menos, no legalmente. Que su postura es para la tribuna y una reacción al ver que gobierno del estado, Conagua y el gobierno de León hacen equipo y no hay fisuras en ese flanco.
Que en su momento, Abengoa ha buscado por separado a cada uno de estos actores tratando de alguna manera de aplicar el ‘divide y vencerás’. Abengoa sostiene que si no avanza en El Zapotillo no es por su falta de voluntad sino porque Conagua no ha liberado los derechos de vía.
Lo que se preguntan en el gobierno es porqué Abengoa no avanzó en los diversos tramos que ya tienen liberado ese derecho de vía en el acueducto y de manera concreta en el macrocircuito que está en tierras guanajuatenses.
Y está claro que un proyecto de esta magnitud no se puede tirar a la basura y desdeñar así como así. No es una obra equis. Hay un fideicomiso y compromisos con organismos nacionales y lineamientos de tratados internacionales que debe seguir por ser una empresa foránea.
En otras palabras, que van a dar la batalla a Abengoa. El problema es que cuando aparecen los abogados y los tribunales, las obras se vuelven eternas y León no está para eso. Futuro ominoso y obscuro para la obra que hace tres sexenios se promete.