Recordar es volver a grillar
A UN SEXENIO DE LA ASIGNACIÓN
DE EL ZAPOTILLO A ABENGOA
Hace exactamente 6 años, como diría el lugar común, con bombo y platillo, la Conagua anunciaba que Grupo Abengoa México había resultado ganador en el fallo del concurso público internacional CNASGAPDS-OCLSP-JAL-GTO-10-001 CP para la construcción del acuerducto El Zapotillo.
Según el gerente regional de la paraestatal, Raúl Antonio Iglesias Benítez, la razón para darle la concesión fue porque el consorcio “cumplió, en cada uno de los procesos que se realizaron, con todos los requisitos financieros y técnicos y esto garantiza satisfactoriamente el cumplimiento de las obligaciones derivadas del mismo”.
En aquel entonces, se informaba que el Grupo Abengoa que incluye a las empresas Abeinsa Infraestructuras Medio Ambiente y Abeinsa Ingeniería y Construcción Industrial cobraría un total neto de cuatro mil 569 millones de pesos. La agrupación Samsung, segunda en importancia, había hecho una oferta 166% mayor a la de Abengoa, pues el monto propuesto fue de 12 mil 156 millones.
Justo es recordar los términos del convenio. El acueducto, se construiría mediante un Contrato de Prestación de Servicios (CPS) y la concesión estaría activa por 25 años.
Esta incluía la elaboración del proyecto de ingeniería, su construcción, el equipamiento, la operación, conservación y mantenimiento de la infraestructura.
“Al proceso de fallo dio fe el observador social, y se contó con la presencia de la secretaria ejecutiva de la Comisión Estatal del Agua de Guanajuato, Angélica Casillas Martínez; y el director general del Sistema de Agua Potable de León, Guanajuato, Emiliano Rodríguez Briceño” según refería un comunicado de la época.
Estamos hablando de la parte final del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. El fallo a favor de Abengoa, se ejecutaría ya en la administración de Peña Nieto.
La hoy diputada local panista Angélica Casillas ha sido quizá la testigo más importante de la forma en que Abengoa ganó la concesión, se hizo de ella, los entretelones de lo que ocurrió en el gobierno calderonista y lo que ha seguido en los años posteriores ya con el regreso del PRI a Los Pinos y el posterior truene con Abengoa, el villano preferido del gobierno de Miguel Márquez.
Todo se fraguó en la cancha de Conagua y los guanajuatenses que ahora reclaman el proyecto para SAPAL, solamente como el chinito durante un sexenio: “milando”. Todo, para que hoy se volviera a los orígenes.