Recordar es volver a grillar
POLICÍAS MUNICIPALES: LOS ESCÁNDALOS CRECEN DE TAMAÑO
Hace seis años fue todo un escándalo. Hoy, lamentablemente ya no es noticia. La complicidad de la Policía con hechos delictivos es un asunto cada vez más común en nuestras ciudades. Pero aquel 20 de septiembre de 2011, la noticia causaba estupefacción e indignación entre los ciudadanos de León.
Cuatro policías saqueaban una mueblería en pleno centro de la ciudad. Lo hacían con el uniforme y a bordo de una patrulla de la corporación. Los hechos quedaron registrados en una de las cámaras colocadas en la vía pública.
Eran los tiempos en los que el registro en video del acontecimiento era una auténtica revelación. Hoy, ya es cosa de todos los días y a todas horas que tengamos acceso a videos de cámaras de seguridad que registran irregularidades y desviaciones de la autoridad.
En diciembre de 2014, en informábamos que al menos 21 elementos de la Policía municipal de León habían sido detenidos de agosto de 2013 a esa fecha por incurrir en delitos, a pesar de que aprobaron los exámenes de control y confianza y que la corporación supuestamente ya había sido depurada.
“Tengo que informar de hechos que me son muy lamentables como presidente municipal, y es el haberme enterado con pruebas contundentes, les puedo decir que es vergonzoso que hayamos descubierto a dos mujeres y dos hombres policías saqueando, robando un negocio, y que mi instrucción ha sido y seguirá siendo total apego al estado de derecho, cero tolerancia a la corrupción (…) en consecuencia, solicito que se aplique todo el peso de la ley”, decía en aquél entonces el alcalde de León, Ricardo Sheffield.
Hoy, las amenazas y problemas que enfrentan los policías municipales de León y de cualquier municipio del estado, son mayores y mucho más diversos.
A principios de julio, la Procuraduría de Justicia del Estado informó que 4 elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública y 2 ministeriales habían sido detenidos por su presunta participación en la muerte de 2 elementos de la Ministerial.
Hace un par de semanas, el gobernador lamentaba la muerte de 25 policías municipales en varias localidades en lo que va del año producto de la violencia del crimen organizado pero advertía que algunos de ellos (sin especificar cuántos) estaban del lado de los malosos.
Policías que se van al bando equivocado, que mueren porque no se dejaron cooptar o que dan un paso al costado porque ven que tarde en su oficio, tendrán que optar por lo malo y lo peor. Vaya drama.