CONTRA RETRATO
Formalmente, la postura del coordinador de los diputados del PAN sobre el proceso para la selección del primer Fiscal Anticorrupción, es impecable. Sin embargo, ante el amplio cuestionamiento público no será suficiente.
A ese escepticismo, paradójicamente, ha contribuido el propio PAN. El presidente nacional panista, Ricardo Anaya, logró que el PRI y el presidente Enrique Peña Nieto renunciaran al ‘pase automático’ del procurador de la República, Raúl Cervantes, para que se convirtiera en el primer Fiscal General.
Ello, para impedir lo que se ha llamado ‘Fiscal Carnal’, un mote con el que se denuncia su falta de independencia.
Aquí tuvo que renunciarse al ‘pase automático’ de ese Fiscal General estatal, pero respecto al Fiscal Anticorrupción no se diseñó algo similar para garantizar su independencia.
Se ha cuestionado el requisito de que los aspirantes cuenten con una experiencia de 10 años en investigación y persecución del delito, lo que parece un traje a la medida de empleados de la Procuraduría de Justicia.
De ello sería evidencia que hasta ayer, la víspera del fin del plazo, sólo hubiera un inscrito.
De llevar el proceso hasta el nombramiento de este funcionario, éste parecería dependiente del Ejecutivo y del PAN.
Los panistas pueden hacer algo para impedirlo, y sería sano lo hicieran.
Porque en política, como dice una máxima, lo que parece, es…