55 años del fallecimiento de don Armando Olivares Carrillo
Fundador, rector y distinguido maestro de la U.G. Modelo de rectitud, honra y gloria de la tierra que lo vio nacer
Un lejano 13 de octubre del año de 1962 falleció en la ciudad de Hermosillo, Sonora el licenciado don Armando Olivares Carrillo, pero al mismo tiempo nació la leyenda de un hombre intelectual de cultura refinada, de talento natural y de gran impacto como orador, estremeciendo a las multitudes y conmoviéndolas hasta las lágrimas, rubricando con estruendosa ovación sus siempre exitosas intervenciones.
Don Armando Olivares, sabía de su mortal padecimiento, cáncer en el páncreas, que se le había diagnosticado en el año de 1955 cuando tan sólo contaba con 45 años de edad y lejos de causarle mella la cruel noticia, con ese espíritu de lucha incansable por continuar redoblando esfuerzos en la construcción de un futuro promisorio para la Universidad de Guanajuato, siguió delante de manera estoica hasta que finalmente la muerte lo sorprendió el 13 de octubre de 1962.
De manera sorpresiva e inesperada, la lamentable noticia de la desaparición física del insigne maestro y jurista Armando Olivares se propagó por toda la ciudad y lugares adyacentes, causando un profundo dolor en el seno de las familias y de las personas que conocimos a tan distinguido personaje y me incluyo también ya que en dos o tres ocasiones lo vi muy de cerca conversando con el señor José González Araiza en la biblioteca universitaria que todavía se localizaba en la antigua Capilla del Colegio del Estado y en reiteradas ocasiones le escuché decir al señor González, que siempre admiró al culto guanajuatense, lo siguiente: “….este hombre, sin duda, transformará a la universidad y la proyectará con nuevos programas académicos y culturales…” y la verdad, no se equivocó.
También el sencillo y honesto bibliotecario afirmó con entereza que por su espíritu humanista, bien se podría asociar a don Armando con los hombres del renacimiento, tanto por el quehacer práctico como por su amplia visión que lo condujo a impulsar el desarrollo académico, mejorar la infraestructura del centro de enseñanza superior y acrecentar el acervo bibliográfico.
Ahora, si ustedes me lo permiten, hablaré sobre el triste fallecimiento de este ilustre personaje que a pesar de los 55 años de su desaparición física, sigue vigente en el corazón y en el recuerdo de los cuevanenses, pero antes referiré que, el penúltimo de los eventos donde estuvo presente fue en la inauguración de la biblioteca de la Universidad de Guanajuato en el vetusto inmueble del ex convento de Belén el 17 de septiembre de 1962.
No transcurrió ni siquiera un mes cuando llevó la representación de nuestra institución a la Universidad de Sonora para tomar parte en la X Asamblea de Universidades e Instituciones de Enseñanza Superior y tristemente el Licenciado Olivares falleció en la ciudad de Hermosillo el día 13 de octubre de 1962. Al día siguiente se le rindió honores de cuerpo presente en las propias instalaciones de la Universidad de Sonora. Por su parte, el gobernador del Estado de Guanajuato, licenciado Juan José Torres Landa, envió un avión de las fuerzas armadas para trasladar su cuerpo a esta ciudad cervantina que lo vio nacer y el día 15 del mismo mes, el féretro conteniendo los restos de tan insigne hombre llegó hasta las inmediaciones del Jardín el Cantador al filo de la una de la tarde.
Con antelación, en ese bello jardín se habían dado cita centenares de guanajuatenses, entre políticos, maestros, alumnos, comerciantes, todos unidos en un solo corazón para recibir a don Armando y acompañarlo al edificio central de la Universidad donde también se le rindió un merecido homenaje a su arduo trabajo primero como director y después como rector de la Máxima Casa de Estudios del Estado. Entre muestras de dolor y de llanto, la gente no podía dar crédito a tan terrible acontecimiento de la partida de un hombre joven de tan sólo 52 años de edad con un mundo de vida por delante, pero bueno se trataba de algo muy real y verdaderamente triste, de la partida de un personaje ejemplar. Los balcones y las calles fueron insuficientes para saludar y despedir a su querido rector, incluso las fuerzas de la zona militar de la ciudad de Irapuato, se trasladaron a Guanajuato para acompañar de igual manera al hombre justo y culto como lo fue don Armando Olivares.
En tanto y a petición de su señora esposa, doña Aurorita Guerrero que, afortunadamente sigue con nosotros luego de haber llegado a más de cien años de edad, solicitó que el cuerpo de su esposo lo llevaran a su domicilio en Positos 33, para velarlo al lado de su familia y amigos más cercanos. En la mañana del día siguiente a las 10:00 horas se trasladó el cuerpo a la Basílica de nuestra Señora de Guanajuato, donde tuvo lugar una misa de despedida e inmediatamente después, su familia, amigos y todas aquellas personas que conocieron y valoraron el trabajo de don Armando, lo acompañaron a su última morada, hasta el panteón municipal, el panteón de Santa Paula.
No se precisa ni el momento ni tampoco el lugar cuando el escultor don Rodolfo González, le tomó la mascarilla mortuoria al licenciado Olivares, con la finalidad de perpetuar su imagen y recuerdo, pero bien la podemos admirar en la placa que develó el propio Presidente de México licenciado don Adolfo López Mateos, cuando se impuso el nombre de tan distinguido personaje a la biblioteca del antiguo Colegio del Estado en las instalaciones que actualmente ocupa.
PROGRAMA DE LA IMPOSICIóN DEL NOMBRE DE ARMANDO OLIVARES A LA BIBLIOTECA UNIVERSITARIA
El lunes 14 de enero de 1963 el licenciado Adolfo López Mateos en su carácter de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, encabezó la ceremonia de im-
Se podría asociar a don Armando con los hombres del renacimiento, tanto por el quehacer práctico como por su amplia visión que lo condujo a impulsar el desa rrollo académico,
mejorar la infraestructura del centro de enseñanza superior.
posición del nombre de Armando Olivares a la biblioteca histórica, tras develar la placa con su nuevo nombre. En el acto se contó también con la presencia del licenciado Juan José Torres Landa gobernador del Estado de Guanajuato.
El programa de tan memorable fecha dio comienzo con unas palabras que pronunció Ignacio Guiza Alday alumno de la Escuela de Derecho de la Universidad de Guanajuato e inmediatamente después se contó con la participación de la Orquesta Sinfónica de la institución, luego el maestro don Arturo Sierra director de la Escuela Preparatoria ofreció un discurso muy sentido y el evento concluyó con la develación de la placa por el licenciado Adolfo López Mateos.
Parte de la obra que nos legó tan distinguido guanajuatense
No me gustaría culminar esta nota, pues existen tantas cosas tan importantes que todos debemos de conocer y sobre todo valorar la obra que nos legó este personaje que brilló intensamente en esta ciudad de Guanajuato y de una manera muy general a continuación compartiré con todos ustedes algunos de sus logros de mayor importancia, pudiendo citar primero la fundación de nuestra Universidad, la creación de las escuelas de Medicina, Enfermería y Químico Industrial.
Formó el Departamento de Acción Social, siendo su primer Director mi Maestro el Ingeniero Tiburcio Álvarez, creó también el Departamento Editorial dotándolo con un eficiente equipo y el primer libro que sale de sus prensas es de la autoría del mismo Licenciado Olivares intitulado “Síntesis Filosófica”, funda la revista “Garabato” y el Centro Guanajuatense de Teatro, filial del Instituto Internacional de Teatro fundado por la UNESCO.
También logró obtener el beneficio de la donación del ex convento de Belén, donde se instalaron las Escuelas de Ingeniería Civil, Minas, Arquitectura, Diseño y por supuesto su biblioteca histórica que hoy en día lleva su nom- bre. Finalmente debo decir que don Armando Olivares, vivió tan sólo medio siglo de vida, tuvo tres hijas María Eugenia, Elena y Paloma y vivieron muchos años en la calle de Positos número 33, por cierto actualmente la finca que vio nacer a nuestro personaje, luce radiante tras convertirse en un lujoso hotel de primerísimo nivel, lo que claramente nos demuestra que las casas de Guanajuato, con un poco de ingenio y de inversión, se pueden convertir en dignas moradas de un príncipe y como ejemplo los invito a conocer este nuevo espacio que se levanta orgulloso en esta calle impregnada de historia y bellos recuerdos, tal es el caso de la vida y obra de don Armando Olivares Carrillo, mis respetos a este gran hombre.
Cargos importantes que desempeñó el jurista
En el año de 1935 el licenciado Armando Olivares Carrillo concluye su carrera de licenciado en Derecho por la Universidad de Guanajuato y a partir de 1936 desempeña el cargo de Agente del Ministerio Público en la ciudad de Veracruz. En 1939 en nuestra ciudad capital asume el cargo de Magistrado Suplente del Tribunal Superior de Justicia y posteriormente es nombrado Juez de Primera Instancia. También fue Diputado en la Legislatura local y tuvo a su cargo el Juzgado de Distrito hasta su muerte. Fue maestro de las siguientes asignaturas: Introducción a la Filosofía, Historia del Arte, Filosofía del Derecho y Amparo, Historia de México, entre otras. Como director del Colegio del Estado estuvo al frente de 1944 a 1945, después fue rector de la casa de estudios en tres períodos de 1945 a 1947, de 1947 a 1949 y finalmente de 1961 a 1962.