MINISTROS DE CULTO, EN LA MIRA
Justo cuando el clero fue puesto en la mira de la justicia electoral, el Obispado de Celaya a cargo del prelado Victor Aguilar
Ledesma, anunció una iniciativa que seguro dará de qué hablar, pero sobre todo qué litigar.
La limitación a los ministros de culto para que expresen opiniones sobre política o interfieran en un proceso electoral es añeja. Ha recibido diversas modificaciones, pero siempre desde la complacencia de diferentes gobiernos que no han aplicado la norma de forma directa, hasta ahora.
Resulta que en noviembre de 2021 la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) falló contra dos cardenales, un obispo y dos sacerdotes mexicanos porque alentaron a meditar el voto y no ejercerlo a favor de promotores del aborto y la ideología de género.
Por eso es de llamar la atención que justo en esa coyuntura, la llamada Provincia Eclesiástica del Bajío lanzó su iniciativa de talleres de concientización política en al menos siete municipios con la intención de orientar el voto ciudadano. Una estrategia que juega con los eufemismos que ineludiblemente caminará al filo de la ley.
"El pueblo de Dios, valora, discierne, y elige", es el pomposo nombre del serial de talleres que no se puede entender sin la movilización de las fuerzas de extrema derecha que se han agrupado incluso fuera del PAN y en algunos casos muy cerca del aspirante independiente Eduardo Verástegui.
De momento, Guanajuato no podría quedar fuera de una cruzada política con consecuencias insospechadas.