Contraretrato

CON UNA AGENDA PROPIA Y UNA ACTITUD CRÍTICA, PUEDE SER UN GRAN ALIADO PERO TAMBIÉN UNA PIEDRA EN EL ZAPATO. A PESAR DE QUE SUS ASPIRACIONES ESTABAN EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA O REELEGIRSE EN SU DIPUTACIÓN LOCAL EL OFICIALISMO EN EL PAN LO TERMINÓ UBICANDO PARA UNA DIPUTACIÓN FEDERAL. ASÍ SE PUEDE INFERIR EN CUÁL DE LAS DOS VARIABLES SE UBICA.

Miguel Salim Alle deberá de decidir si acepta o no esta nueva nominación que, para algunos panistas, empieza a verse como un premio de consolación debido al reducido sueldo respecto a la diputación local, además de la “tediosa” rutina que implican los viajes ida y vuelta a la Ciudad de México.

Con ese punto de partida se puede entender que Salim es una figura que pesa los suficiente para seguir en la palestra, pero no lo suficiente para obtener un lugar de privilegio pese a ser una figura que ha trabajado de cerca con la precandidata única a la gubernatura, Libia Dennise García Muñoz Ledo.

Ya sea por evitar canonjías sobre sus espaldas, o por simple exclusión del círculo de influencia en torno a ella, quien fuera secretario de desarrollo económico dos veces aspirante a la alcaldía de León y director del ISSEG, ha sido ubicado en un espacio en el que actitud frontal pueden pasar desapercibidas, pero lo suficientemente cerca por si resulta propicio reclutarlo.

De momento, habrá que entender que las lógicas de la repartición de candidaturas en el PAN atienden diversos frentes abiertos, por los que es preciso realizar un intercambio de posiciones entre Miguel Salim y Jorge Espadas. Si la apuesta es efectiva, está por verse.