Las elecciones, sólo una etapa
Los procesos electorales son un conjunto de procedimientos, mediante los cuales las diferentes sociedades, tratan de darse un gobierno. El su desarrollo, el ser humano, tomó conciencia de la grandeza de su individualidad, pero al mismo tiempo de la necesidad de vivir en sociedad. De esa condición, nació la urgencia de darse un gobierno, que le diera la posibilidad de desarrollar las capacidades que la naturaleza le dio, armonizando su instinto gregario mediante la interacción en paz.
Del trabajo en acción reciproca, nació la necesidad de regular el poder. Entenderemos el poder personal, como la capacidad para hacerse obedecer. La desigualdad natural de los seres humanos, dotó a algunos con mayor capacidad de mando. No todos tenemos ese don, pero el instinto de conservación, pronto hizo, que las condiciones materiales en las que nos desarrollamos, crearan desigualdad generadora de injusticia.
Lo anterior condujo a la creación del Estado, para hacer posible una convivencia menos dolorosa. Como producto cultural, nacieron las ciudades estado, con la intención de crear condiciones para que los más fuertes pudieran vivir al lado de los débiles, en situación, que pudieran organizarse para el trabajo. Empero, nuevamente se presentó el problema de la injusticia, generada por la acumulación de poder, primero en un individuo y luego en un grupo, cada vez más pequeño. El surgimiento de la monarquía, es reconocimiento de la desigualdad humana, regulada en su accionar, por el orden jurídico, al que, para fortalecerlo, se le atribuyó origen divino.
Tanto el más poderoso, como el grupo privilegiado, accedieron al poder de alguna manera, primero por el poder personal y luego mediante la entronización de un grupo capaz de hacerse obedecer. Por eso algunos sostienen que el derecho positivo es instrumento de poder, en manos de los poderosos.
Históricamente, la forma de acceder al poder ha variado, lo mismo los criterios de legalidad, que en el campo de la ética, deben juzgarse por su apego al valor justicia. Así, se habla en nuestro tiempo, de acceso al poder por la vía democrática o autoritaria.
El Estado mexicano se define, como un sistema democrático, representativo y federal, de donde se colige que la democracia, como forma de vida, fundada en el constante mejoramiento económico social y cultural de la población, es mandato ineludible para ciudadanos y gobierno.
El proceso electoral que está en marcha, obliga a tener un gobierno, capaz de cumplir y hacer cumplir la ley. Gobierno y ciudadanía están obligados a lograr que vivamos una sociedad y un gobierno, capaces de cumplir y hacer cumplir la democracia, como lo manda la Constitución de la república.
Cabe preguntarse si estamos en posibilidad de elegir demócratas para encabezar el gobierno en sus distintos órdenes. Porque el proceso no termina con la designación, conforme a la ley, pues luego, comienza la prueba verdadera. Los gobernantes, ¿tendrán capacidad y voluntad para hacer de la democracia una forma de vida, como manda la Constitución?
La elección no es un fin en sí misma, sino un medio para alcanzar los elevados fines de la democracia.