EL PUNTO DE PARTIDA
DESDE SUS PRIMEROS VISOS EN ENTRE 2015 Y 1017, LA CRISIS DE CRIMINALIDAD Y VIOLENCIA EN GUANAJUATO PERMANECE COMO UNA ASIGNATURA IRRESUELTA POR LOS GOBIERNOS ESTATALES DEL PAN. PUERTAS AFUERA, LOS DEVANEOS EN LA POLÍTICA FEDERAL NO AYUDAN; PUERTAS ADENTRO, SE HAN PRETENDIDO RESULTADOS PERO SIN CAMBIAR A LOS RESPONSABLES. AHORA, ENPLENO2024SELLEGÓ ALPUNTOSINRETORNO.
El corte anual del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) se ha convertido en un examen periódico de las altas y bajas. El problema es que, si bien la cifras generales de los homicidios se redujeron sensiblemente de 2022 al 2023, la violencia sigue presente pese al optimismo del gobierno de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
Dicha reducción se reflejó concretamente en la variante dolosa, pues esta se redujo de 3 mil 260 a 3 mil 104, es decir, una baja de apenas 4.70 por ciento, pero el delito de lesiones dolosas tuvo un incremento del 12 por ciento, al pasar de 16 mil 518 a 18 mil 604. En tanto, los homicidios culposos se elevaron en igual proporción, pues de 1 mil 845 víctimas en 2022, ahora se cerró el 2023 en 1 mil 947.
De hecho, las críticas del exprocurador estatal y extitular del Sesnsp, Juan Miguel Alcántara Soria, parece un calca de las que se han pronunciaron al final del sexenio de Miguel Márquez Márquez; la disminución no es real, se mantienen a la alza la extorsión por la ineficiencia y ocultamiento del fiscal Carlos Zamarripa Aguirre y el secretario de seguridad Alvar Cabeza de Vaca.
A menos de diez meses de terminar el sexenio, es preciso echar una mirada a este punto de partida para la abanderada del PAN, Libia Dennise García Muñoz Ledo, quien ayer fue ratificada como candidata en el Comité Ejecutivo Nacional en compañía de Diego Sinhue y la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos.
Todo indica que es un hecho la salida de Cabeza de Vaca. La verdadera incógnita es la apuesta que plantearía la candidata, al ser Zamarripa Aguirre el factor que en el pasado definió, promovió y hasta defendió la ratificación del secretario de seguridad; seguirlo sería mantener, ineludiblemente la misma dinámica.
Si Libia elige a un ‘peso pesado’ para dirigir la seguridad pública estatal, estaría colocando un contrapeso frente al fiscal con consecuencias insospechadas. Lo único seguro para ella es la necesidad de cambiar, ajustar o de plano corregir la conducción en el tema.
¿Temprano para analizar el tema? Claro, sin duda primero habrá que librar la elección, sólo que la crisis de seguridad en Guanajuato obliga a cada candidata a anticiparse. La improvisación simplemente sería intolerable.