CLAROSCUROS DE LA APUESTA POLICIAL EN LA LAJA-BAJÍO
EL MAPEO DE LA VIOLENCIA NO SE EQUIVOCA. LA REGIÓN LAJA BAJÍO SE VIO VULNERABLE ANTE LA CRISIS DE VIOLENCIA QUE EMPANTANÓ A GUANAJUATO. NO ERA PARA MENOS. JUSTO SE TRATA DE LA ZONA DE INFLUENCIA DEL PRIMER GRAN GRUPO CRIMINAL NACIDO EN LAS ENTRAÑAS DEL ESTADO, CON POLICÍAS MUNICIPALES COMPLETAMENTE REBASADOS.
Celaya es un punto neurálgico de la región. Por ello y por razones eminentes de política gubernamental, la titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Sophia Huett López, fincó su propuesta de reclutamiento de ex elementos de la extinta Policía Federal para encabezar las áreas de seguridad pública.
Como lo hemos comentado en otras oportunidades, esa fue la contrapropuesta que ofreció la funcionaria estatal, frente a la línea del secretario de seguridad pública, Alvar Cabeza de Vaca. Por ello, en medio de las cavilaciones sobre la apuesta venidera para el cambio de sexenio, es preciso sopesar los resultados que han dejado los llamados “fedepales”.
“Celaya cerró 2023 con 18 por ciento menos homicidios y niveles históricos en baja de delitos patrimoniales. Defender a la sociedad del crimen cuesta sangre, sudor y lágrimas, principalmente a su Policía Municipal, que pierde a 4 de sus integrantes, asesinados cobardemente…”, fue parte del mensaje de Huett López sobre el ataque ocurrido el pasado 23 de enero en la carretera a Salvatierra.
En efecto, la gestión de Jesús Rivera Peralta como Secretario de Seguridad Ciudadana de Celaya ha dejado reducciones ineludibles. El problema es que, como en el resto del estado, la violencia no ha cesado. Al ataque contra los cuatro agentes, sobrevino otro contra un policía vial. Luego en Villagrán, se registró otro ataque contra agentes estatales que dejó un muerto y dos personas detenidas.
En suma, la jornada entre miércoles y jueves dejó 11 personas asesinadas -los cinco policías incluidosy diversos ataques en las zonas suburbanas. Pero más allá de las 24 horas previas, están las condiciones de seguridad en los municipios que también han optado por los exfederales. Uno de ellos es Salvatierra que gobierna Germán Martínez
Vega, donde las desapariciones y ejecuciones pasan libres como zona silenciada, o bien, Apaseo el Grande gobernador por José Luis Oliveros, donde también se tienen reportes de actividad criminal.
La dinámica no ha cambiado en la región Laja Bajío más allá de las cifras. Distanciarse de la nefasta gestión de Cabeza de Vaca es hasta lógico, pero la realidad se impone y el futuro de esta apuesta policial basada en el perfil de los exfederales, a partir del próximo gobierno estatal, ya dependerá íntegramente de los alcaldes electos.