MAPA DE RIESGO ELECTORAL EN GUANAJUATO: ¿NECESARIO? ¿PRESCINDIBLE?
Hace unos días, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo no descartó la posibilidad de que la administración que encabeza elabore un mapa de riesgo de cara al proceso electoral que se avecina que sirva para proteger la ruta que transitan candidatos y candidatas de diferentes partidos en el estado y el proceso en general.
Que el mandatario estatal haya admitido esa posibilidad deja claro que nuestra entidad es tan o más problemática que hace 3 ó 6 años que hubo elecciones y que no se hablaba de esa circunstancia.
La consejera presidenta del Instituto Estatal Electoral, Brenda Canchola dijo que eso no le corresponde a la autoridad electoral sino en todo caso a la Secretaría de Gobierno.
El pasado viernes en una ponencia realizada en Chiapas, el magistrado electoral Felipe de la Mata habló de "Elecciones y crimen organizado" y ahí advirtió la necesidad de que partidos políticos, gobierno y autoridades electorales hablen del tema y debatan para llegar a acuerdos.
De la Mata dijo que el país debe asumir que enfrenta un "problemón". Sugirió la creación de filtros que puedan evidenciar posibles lazos de aspirantes a cargos de elección popular con la delincuencia, la creación de esos mapas de riesgo y bancarizar aportaciones de campaña.
Con este dato y el antecedente de lo que dijo el gobernador del estado más los planteamientos que puedan hacer los partidos, no es descabellado entonces pensar en un mapa de riesgo en Guanajuato.
Las candidatas a la gubernatura van a recorrer el estado y visitarán necesariamente regiones y municipios marcados por la violencia. Lo mismo pasa con candidatos al Senado, a diputaciones federales, locales y alcaldías.
Ya hubo un asesinato de candidato en campaña hace tres años en Guanajuato y seguramente, más allá del discurso que ha machacado el gobernador en el sentido de que no hay territorio inaccesible para la autoridad o que sea exclusivo de delincuentes.
Rodríguez Vallejo dijo cuando se le preguntó sobre el tema que los partidos deben empezar con la postulación de candidatos con expediente limpio y sin antecedentes criminales.
No queda duda de que será un tema que se tiene que abordar porque, además de todo, los candidatos y candidatas lo abordarán necesariamente en sus propuestas de campaña y, sobre todo, los ciudadanos comunes y corrientes que habitan esas zonas son los que sufren las consecuencias.
Lo peor que puede pasar es voltear la mirada hacia otro lado y fingir que no pasa nada cuando los propios políticos prefieren dejar en la penumbra. Se trata de prevenir y minimizar los riesgos. El problema es de todos y no hay porqué dejarlo en el nivel de la simulación.