MORENA: VOTO DIFERENCIADO POR DESGASTE
Dentro de la vasta lista de complejidades internas que persisten en Morena Guanajuato, está la construcción de una militancia de base que no está siendo escuchada en medio de los tiros y jalones por las candidaturas. Esas bases también tienen sus candidatos, afinidades, filias y fobias que podrían ser decisivas a la hora de buscar, o no, el voto o incluso al ejercerlo.
Es un asunto mayor para Adriana Guzmán Cerna, quien se convirtió en dirigenta estatal de Morena con cuatro años de militancia. Operaba en el distrito 10 como Servidora de la Nación, por lo que en sí misma, es parte de esas bases que son lideradas por el delegado federal Mauricio Hernández Núñez, quien pactó alianza con el precandidato al senado, Ricardo Sheffield Padilla.
Es evidente que a nivel cupular se toman decisiones afines a un grupo concreto, el conflicto llega cuando las bases afines a los antagonistas no ven transitar a sus “gallos” y, por el contrario, las designaciones benefician a figuras que rechazan. Casos como Salamanca, León, Guanajuato, San Miguel de Allende o Dolores Hidalgo, por decir algunos, son ejemplo claro de esta desconexión.
No por nada el lema interno de la dirigencia nacional de Morena a cargo de Mario Delgado Carrillo es “unidad y movilización”. Para la causa de Claudia Sheinbaum Pardo como candidata a la presidencia, no se observan mayores conflictos, la movilización y el voto para ella está asegurado. A nivel estatal comienzan las discrepancias respecto a Alma Alcaraz Hernández, pero aún se espera cierta cohesión.
En los municipios los infiernillos son aparte. Entre reclutados emergentes, tránsfugas de otros partidos o de plano abanderadas y abanderados promovidos sólo para contrarrestar al grupo rival, la cohesión de la estructura de base ya tiene sus fisuras.