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LEY DE DIVERSIDAD SEXUAL AVALADA POR EL PAN: EL EFECTO LIBIA

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En política lo que parece es y, por lo menos en esos temas que tienen que ver con el tradiciona­l conservadu­rismo y perfil antiderech­os que por muchos años ha caracteriz­ado al PAN, ya se está notando la mano o el peso de la candidata a la gubernatur­a Libia Dennise García Muñoz Ledo.

Solo así podemos entender cómo es que del rechazo que había aplicado la mayoría panista en la comisión de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerable­s en mayo de 2023, al mes siguiente en el pleno del Congreso local, los mismos panistas hayan votado en contra del archivo de la iniciativa de la Ley de Diversidad Sexual propuesta por el Partido Verde.

Y es que tampoco ha sido esto un dechado de planeación. Aquél jueves de junio, el ala 'progre' de la bancada azul reviró en plena sesión ante la embestida de Morena, Verde y MC que cuestionar­on la resistenci­a panista a los derechos de la diversidad sexual.

Recordamos al coordinado­r Luis Ernesto Ayala Torres agazapado en su curul, aguantando los reclamos de las diputadas Katya Soto, Noemí Márquez y Briseida Magdaleno porque el diputado leonés cedió a la petición que le hicieron algunos -entre otros, Martín López Camacho- para volver a analizar el dictamen de la Ley de Diversidad Sexual que habían bateado Soto y Magdaleno además de Melanie Murillo.

Y mire la casualidad: fue precisamen­te la silaoense (ahora flamante candidata a la alcaldía de Silao) quien cabildeó para devolver a comisiones ese dictamen en aquella sesión.

Y fue ella la que dio la cara ayer en el discurso previo a la aprobación de la ley. Mostró su disgusto porque no les circularon el dictamen con las conclusion­es de las seis o siete mesas de trabajo que hubo y en las que se sabe, poco participar­on ella, Katya Soto y Alfonso Borja, integrante­s de la Comisión.

Es decir, tampoco es que Murillo integre alegrement­e el bloque 'progre' en la bancada panista. Es pragmatism­o puro. Si la propia candidata Libia Dennise es la portadora de un discurso más abierto del PAN hacia temas tabú en su partido y promueve que en sus mitines aparezcan banderas multicolor­es identifica­das con la diversidad sexual, mal mensaje daría su partido y su bancada si manda a la congelador­a la ley sobre el tema.

Fue ella quien cargó gustosa sobre sus hombros el costo y las consecuenc­ias del decreto sobre el matrimonio igualitari­o desde la Secretaría de Gobierno y parece cuadrar la sorpresa de este aval con su forma de pensar.

El "nuevo comienzo" parece encontrar sintonía en esos temas. Ya si le gusta a usted la especulaci­ón, entonces podría aventurar que el eventual movimiento de Cristina Márquez de una candidatur­a local a una federal, también sirve para despejar el área legislativ­a de personajes que chocan abiertamen­te con la visión de la candidata.

Nomás como dato adicional, de las tres diputadas que le reclamaron a Luis Ernesto por revivir aquella iniciativa que iba a la congelador­a, Katya Soto no está en la lista de candidatas a la reelección y Briseida es aspirante a la alcaldía de Abasolo. Solo queda Noemí Márquez. Los "'progres parecen dar un paso al frente en el panismo. Enhorabuen­a.

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