El Primer soldado de la nación y El Nigromante
gnacio de Allende e Ignacio Ramírez, ambos sanmiguelenses liberales de su tiempo. El primero nacido en el siglo XVIII y el segundo en el siglo XIX. Ambos guanajuatenses mártires en pos de la libertad. Ambos criollos americanos, Allende de ascendencia española y Ramírez con sangre indígena por padre y madre.
Para ambos liberales sanmiguelenses la ocupación económica o profesional de su padre, así como su posición social y cargos gubernamentales influyeron en la formación de conciencia libertaria una vez que, respectivamente, tuvieron edad para tomar partido por una causa, expresar su entendimiento al respecto y proceder a la acción en consecuencia de ello y conscientes de asumir una oposición y, en todo caso, un enemigo.
El padre de Allende, Don Domingo Narciso de Allende y Ayerdi, obtuvo en 1776, en su calidad de español, el cargo de Alcalde Ordinario de la Villa de San Miguel el Grande; para entonces ya era un próspero comerciante español del floreciente siglo XVIII sanmiguelense. Como vestigio histórico de su posición social, económica y política ha quedado para la posteridad el regio edificio que hoy alberga el museo histórico de San Miguel de Allende; residencia en la cual nació Ignacio Joseph de Jesús Pedro Regalado; el quinto de sus siete hijos y principalísimo en el inicio del movimiento independentista.
El padre de Ignacio Ramírez,
IDon José Lino Ramírez Galván, nació en Querétaro el mismo año que Ignacio de Allende: 1769. Como su contemporáneo, formó parte del grupo de conspiradores de Querétaro, al lado del Corregidor Miguel Domínguez, su esposa Josefa Ortíz y Miguel Hidalgo; entre otros sobresalientes insurgentes.
En 1830, cuando el sanmiguelense Ignacio Ramírez era un precoz púber de apenas doce años de edad, su padre se desempeñaba como vice-gobernador de Querétaro, cumpliendo su cometido y observando los principios liberales y patrióticos. Su proceder moral contribuyó definitivamente a la formación de carácter y conciencia de su condición de mexicano de su hijo.
Tanto Ignacio de Allende como Ignacio Ramírez El Nigromante se caracterizan por ser hombres de acción y protagonistas de su tiempo. Por tener la valentía de enfrentar al poder instituido para alcanzar un cambio social y económico a pesar de padecer o perder la vida misma.
Del 26 de junio de 1811, día del fusilamiento de Ignacio de Allende en Chihuahua, al 22 de junio de 1818, día del natalicio de Ignacio Ramírez en San Miguel El Grande, contamos seis años y 356 días, durante los cuales la lucha insurgente continuó en voz y empeño de otros protagonistas.
Ayer y hoy, la historia de los liberales guanajuatenses es un palimpsesto cotidiano.
¡Hasta el próximo palimpsesto! tiene que salir el compromiso, tenemos que llegar a 30 llueva, truene o relampaguee”.
De esta forma, reiteró el compromiso de llevar tomas comunitarias de agua a todas las zonas a las que no se pueden llevar servicios básicos.
REDACCIÓN