El problema carretero
a historia va mas o menos así: en la región del bajío, un trailer cargado con varias cabezas de ganado, circula por una carretera federal durante la noche, habiendo andado parte de su trayecto dos automóviles comienzan a seguirlos de manera sospechosa, al percatarse de ello el chofer y su ayudante aumentan la velocidad, aumentando ambos automóviles el paso intentando cortarles el camino, uno por la delantera y el segundo por la parte de atrás. Como ya es costumbre, el chofer intenta maniobrar para deshacerse de ellos, sin embargo, los asaltantes insisten en su intento por detenerlos, creando un escenario de conflicto en el cual el trailer y uno de los automóviles pierden el control, impactándose este último contra la caja, lo que resulta en la pérdida de vida de sus tres ocupantes, volcando el trailer en la cuneta y las cabezas de ganado desperdigadas en el campo y el asfalto.
En la confusión, el chofer y su acompañante, apoyados por la oscuridad de la noche, se internan en el monte echando a correr para salvar sus vidas. Los maleantes, irritados por los hechos, los persiguen con drones. Los que huyen corren por más de tres horas sin parar, hasta que a los drones se les terminan las baterías, resguardándose debajo de un puente, esperando ser rescatados por el empresario ganadero, mismo que a las 11:30 de la noche recibiera una llamada de auxilio por parte de sus trabajadores, después de que se hubieran volcado y expuesto la situación, atinando sólo a decirles “córranle, córranle, pélense” y acordando a ir por ellos a un lugar establecido en cuando creyeran estar a salvo.
Cabe apuntar que, de acuerdo con el relato del chofer y su ayudante, durante la persecución se percataron de la presencia de autoridades para el resguardo carretero, las cuales no llevaron a cabo ninguna acción. De acuerdo con el empresario, este paga su respectiva cuota de “derecho de piso” a uno de los grupos criminales más grandes de la región, el cual le confirmó que el intento de robo del trailer se llevó a cabo por un grupo rival. Tanto el trailer como los cuerpos sin vida desaparecieron de la escena, quedando el ganado disperso, mismo
Lque se dio por perdido sin recuperarlo por temor a ser objeto de represalias.
Este relato, que me fue confiado de viva voz por los involucrados (empresario, chofer y ayudante), refleja uno de los problemas que han ido en aumento y que evidencia la necesidad de contar con acciones adecuadas de protección al transporte, tanto público como comercial, en toda la red de caminos con la que cuenta el país.
De acuerdo los datos actualizados del INEGI de 2023, la Red Nacional de Caminos comprende 178,217 km de carreteras pavimentadas. De estas, 51,339 km son de carreteras federales; 103,023 km de carreteras estatales; 23,855 km municipales y/o particulares; 11,093 km carreteras de cuota, mismas que comprenden 1,356 plazas de cobro; 130,642 km de vialidades urbanas e infraestructura de enlace; 527,744 km de caminos no pavimentados y 21,463 km de veredas, siendo la extensión total de la Red Nacional de Caminos (RNC) de 836,043 km, experimentando un incremento de 48,281 km respecto al 2022 en diversas entidades, siendo las principales el Estado de México, Hidalgo, Michoacán, Puebla y Nayarit, y correspondiendo la mayor longitud de carreteras y caminos a Chihuahua, Sonora, Veracruz, Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Durango, Tamaulipas y Guerrero. Sin duda el aumento del fenómeno delictivo en las carreteras del país es un asunto delicado, puesto que, ante la falta de presencia de las autoridades, los grupos criminales no sólo han aumentado su presencia y asegurado su capacidad de movilidad en diversos puntos del país, sino también disputar el control de diferentes rutas y puntos carreteros con grupos rivales, perdiendo el control, como es el caso que aquí se relata, de lo que consideran sus territorios.
Sea quien llegue a la presidencia enfrentará el reto enorme de hacerle frente, debiendo sumar esfuerzos entre los tres ordenes de gobierno (federal estatal y municipal) con el sector privado y la población civil. Hemos sido testigos de como poco a poco los diferentes gremios transportistas han comenzado a organizarse para defender, su vida, la mercancía y sus fuentes de trabajo del crimen organizado, lo cual puede resultar en enfrentamientos con un alto grado de belicosidad que puedan poner en riesgo a la población civil, desatándose oleadas de violencia que puedan escalar a niveles preocupantes.
Focalizar las áreas de mayor concentración de delitos, sumar esfuerzos entre todos los sectores involucrados, incorporar y ampliar las labores de inteligencia, contar con diagnósticos endémicos, incentivar la cultura de la denuncia disminuyendo los trámites burocráticos, generar certeza en los afectados incrementando e intensificando las labores de investigación que permitan dar con el paradero de los responsables, devolver las unidades y las mercancías sustraídas, implementar acciones de reacción inmediata, creación de cuerpos especializados, entre otros, son algunas de las directrices que pudieran reforzarse e implementarse para combatir este problema.
El problema carretero es un tema que se insertará dentro de la agenda electoral en materia securitaria por los diferentes candidatos a puestos de elección popular, en particular aquellos que compitan por presidencias municipales, alcaldías, jefatura de gobierno, gubernaturas y presidencia de la República.
Seguiremos analizando este tema muy de cerca.