TARJETA ‘ROSA’ A LA BANCA Y LA CARNE AL ASADOR
EN LA TRINCHERA PANISTA DE LOS PROGRAMAS SOCIALES SE COMENZÓ A MARCHAS FORZADAS EL 2024. EL FRACASO DE LA DISPERSIÓN DE LOS APOYOS PARA LA “TARJETA ROSA” O “MUJERES GRANDEZA” A TRAVÉS DEL ISSEG, OBLIGÓ A REALIZAR AJUSTES DRÁSTICOS. EL PROBLEMA PARA LA CAUSA BLANQUIAZUL, ES QUE VAN EN CUENTA REGRESIVA PARA COMPETIR CON LOS PROGRAMAS FEDERALES DE CARA A LA ELECCIÓN.
Gracias a las laxas reglas de operación del programa, resulta que en enero, en la primera sesión del Comité de Evaluación de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedeshu) que encabeza Gerardo Trujillo Flores, se aprobó la bancarización de la tarjeta para convertirla en un monedero electrónico al alcance de la beneficiaria.
De un momento a otro, un instrumento que en sí mismo ya tenía varias restricciones y obstáculos al ser de cobro exclusivo en las farmacias Isseg, ahora ya podrá ser usado para compras directas en tiendas de autoservicio y se podrá disponer de los 1 mil pesos mensuales en cajeros automáticos de red, claro, con el cobro respectivo de la comisión que va de 20 a 40 pesos… pequeño detalle.
Otros cambios ya anunciados eran los monetarios. El año pasado eran mil pesos mensuales por ocho meses y ahora serán 12 meses. Cuando se lanzó el programa el año pasado, se inició en mayo con 38 mil mujeres pero se amplió a otras 38 mil, de manera que se cerró el año con 76 mil apoyos. Este año, se pretende alcanzar a 125 mil mujeres.
Si bien se tienen en registro 22 zonas prioritarias repartidas en los 46 municipios, la labor desesperada de los operadores se ha enfocado en zonas populares urbanas… sí, adivinó usted, con su respectivo sesgo electorero. Esperan entregar las tarjetas en este mes de febrero para que en marzo, justo antes del inicio de las campañas se pague 3 mil pesos correspondientes a los tres primeros meses del año.
Hasta aquí, ha quedado claro que el gobierno del PAN va tarde en el andamiaje de los programas con los que pretende diferenciarse del gobierno de Andrés Manuel López Obrador que, lo hemos comentado aquí, mantiene una buena aceptación y ha provocado la aceptación electoral de Morena, con base en los apoyos federales de acuerdo a encuestadoras como TAG Research.
Por lo pronto la prioridad la marcan los tiempos electorales. Sólo con la bancarización sería viable que el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo pueda pagar y adelantar los recursos antes del proceso electoral, una medida más que necesaria al ser ya una práctica conocida por el gobierno federal.
Al final, no se puede obviar que esta guerrilla política de programas sociales, instrumentada desde los gobiernos, no dejan de ser un hielo delgado que se pasea por encima de la ley. Un juego que ambos corren en el campo electoral.