En la presa Allende, muy poca agua y mucho lirio
La presa Allende se encuentra en un 14 por ciento de su capacidad, debido a la falta de lluvias en la temporada pasada; aunado a la sequía, permanece el problema del lirio acuático que, de acuerdo a los expertos, si se empieza a combatir hoy, podría tardar hasta 40 años en erradicarse.
Ricardo Vidargas, ambientalista sanmiguelense que ha estudiado el tema de la presa dijo que el lirio surgió porque el agua que llega a la presa tiene desechos orgánicos y que estos son expulsados por muchos fraccionamientos nuevos.
“Todos los desarrollos en San Miguel de Allende no tiene una planta de tratamiento y por ende toda el agua se va a la presa. Tenemos una sóla planta de tratamiento y hace 20 años la visitamos. En ese entonces supimos que ésta trataba apenas el 25 por ciento del agua en San Miguel de Allende; en ese entonces éramos como 75 mil habitantes y hoy somos casi 200 mil. Si esa planta de tratamiento no ha cambiado, ni modernizado, seguramente hoy está tratando un 8 por ciento”, explicó el ambientalista.
Dijo que mientras no se haga algo con la limpieza del agua que se vierte a la presa, prácticamente es imposible deshacerse del lirio; y es que cada bulbo de ésta planta tiene hasta 5 mil semillas.
Dio a conocer que el 75 por ciento de los cuerpos de agua de México están contaminados y que para solucionarlo es necesario atacar la raíz del problema. “La mayor parte de la presa está cubierta por lirio y éste evapora el agua tres veces más rápido, lo que abona a la sequía: es un problema sobre otro problema”.
Ricardo Vidargas dijo que los nuevos fraccionamientos han creado problemas para la ciudadanía “mientras ellos tranquiLa lamente rascándose la cabeza”.
Aseguró que la solución no es sacar el lirio, porque se seguirá reproduciendo, tampoco usar pesticida, porque se contamina el agua.
El experto compartió que la parte más baja se encuentra en Flores de Begoña, donde el nivel del agua debe estar en un metro o metro y medio debido a la sequía, “si no limpiaos la presa o si apenas empezamos a limpiar el agua que llega a la presa, yo le calculo que el problema se solucione en 30 ó 40 años”, advirtió.