FERIA DE LEÓN: ENTRE ERRORES Y CONTROVERSIAS
A reserva de los informes oficiales que, fírmelo, serán celebrados a niveles festivos, definitivamente la edición 2024 de la Feria de León habrá dejado una nutrida afluencia, una nada despreciable derrama económica y una anhelada imagen de una ciudad cosmopolita capaz de congregar a “artistas de nivel internacional”.
Sin embargo, a mayor dimensión del evento mayores son los problemas. La gestión de esta fiesta anual también dejó riesgos por el control de los accesos que derivaron en ajustes sobre la marcha e improvisaciones; en más de uno de los conciertos gratuitos el riesgo caminó muy cerca junto con la molestia generalizada que dejaron las largas filas.
Pero un tema atravesó de lado a lado el evento y sus incidencias. Los privilegios concedidos a los integrantes del Patronato de la Feria de León que preside David Novoa Toscano, fueron exhibidos y criticados directamente por el síndico José Arturo Sánchez Castellanos desde antes de que iniciara el evento.
Sin esperar a tener un cierre de cifras que diluciden si los riesgos antes mencionados valieron o no la pena, para la causa de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos, Sánchez Castellanos insistió en el tema de los privilegios mediante una propuesta de reforma al reglamento interno del patronato, que sin duda echará chispas por las implicaciones en el organismo descentralizado.
No sólo se trata de evitar la entrega discrecional de cortesías a los miembros del organismo, también se contempla que la administración de los recursos económicos de la paramunicipal sean responsabilidad del director de la Feria y los servidores públicos de la administración municipal, retirando a los consejeros esa atribución.
Se trata pues de un espinoso tema al que ya se había hecho referencia desde que el panista Juan Carlos Muñoz Márquez presidió la Feria de León. Las decisiones, compras y contrataciones, han sido y son materia de sospechas, acusaciones y cuestionamientos hasta la fecha, al grado de eclipsar los resultados económicos.