DEJAN A LA GOLONDRINA COMO UN VERTEDERO
Cientos de visitantes que acostumbran a pasar sus fines de semana en la presa La Golondrina, dejan su basura y convierten poco a poco esta reserva natural en un tiradero. Hay quienes incluso llevan sus bolsas de basura a verter a ese sitio.
La presa La Golondrina se encuentra a unos dos kilómetros de la cabecera municipal dentro del Área Natural Protegida de la Sierra de Pénjamo. Ante la falta de un parque en el municipio, los ciudadanos acostumbran visitar el embalse tanto en la zona de la compuerta como en el área de la caja del cuerpo de agua, esto con la finalidad de salir de la rutina y generar convivencia familiar.
Sin embargo, la afluencia de visitantes le está costando un precio elevado a la reserva natural. Entre la vegetación de La Golondrina, se puede encontrar la basura que generan las personas que visitan el lugar y que se olvidan de recoger, al terminar la visita.
SAN FRANCISCO DEL RINCÓN
SEGÚN LA ÚLTIMA MEDICIÓN DE CONAGUA, ESTA MARCÓ 1.065 DE SU CAPACIDAD; HABITANTES ASEGURAN QUE YA NI SE PUEDE PESCAR
La presa Peñuelitas es la que tiene el nivel más bajo del estado, con 1 % de su capacidad. La gente local dice que ya no hay ni peces para pescar y que en su mayoría es lodo.
En la última medición de la Conagua, hecha el pasado 6 de febrero, el nivel de la presa marcó 1.065 de su capacidad, el más bajo en mucho tiempo, aunque en la visita en físico, <
Sin embargo, los lugareños
Las famosas ruinas del templo que estaban bajo el agua, hoy están a la vista de toda la gente. En la orilla de la prensa, junto a la cortina, es evidente que el nivel no ha subido en mucho tiempo.
La sequía que ha afectado a productores del campo los dejó no sólo sin ganancias, sino con deudas, pues algunos se apoyan de financiamientos para sembrar.
Don Antonio Pacheco sembró más de 10 hectáreas de maíz, en su terreno ubicado en la comunidad San Cristóbal, del municipio de San Francisco del Rincón.
El año pasado aún tenía la esperanza de que la señalan que al nivel que tiene el agua no pueden ni crecer peces; y es que algunas personas de la localidad, acostumbran pescar para vender a los visitantes o simplemente para consumo personal.
La presa es parte del sistema de almacenaje de la cuenca y es uno de los cuerpos de agua que alimentan a los dolorenses, junto con la presa El Gallinero.
situación no fuera similar a la de 2022, cuando los productores tampoco se vieron favorecidos con las lluvias. Pero esto no ocurrió.
"Tengo 100 mil pesos perdidos ahorita, porque fueron 15 costales de semilla, que costaron a cuatro mil pesos cada uno, tres toneladas de fertilizante, y ya no cuento el diésel de los tractores y mi trabajo”, dijo.