XÓCHITL Y GUANAJUATO: LA ÚLTIMA TRINCHERA
CON AQUEL ILUSTRATIVO MAPA QUE EN 2018 DIO CUENTA DE QUE GUANAJUATO FUE EL ÚNICO ESTADO DEL PAÍS EN EL QUE EL PAN MANTUVO VENTAJA EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES, SE ENMARCÓ UNA CIRCUNSTANCIA AÑEJA QUE TERMINÓ POR IDENTIFICAR AL ESTADOCOMOSUBASTIÓN. NO ERA ALGO NUEVO, PERO QUEDÓ MÁS CLARO QUE NUNCA.
Sin embargo, sería ilusorio pensar que se trata de un bastión infalible como para que la candidata de la alianza entre el PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez Ruiz rescate su arranque de campaña y comience con nuevos bríos; la distancia que la separa de la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, incluso es notoria entre electores de Guanajuato que la ubican a 10 puntos de rezago.
La verdad es que se trató de una decisión de último momento. El plan del equipo de Gálvez era iniciar el 1 de marzo en la capital del país, sostenidos en el resultado del evento de cierre de precampaña en la Arena Ciudad de México. El problema es que competir el mismo día con la abanderada de la 4T en su cancha era un riesgo innecesario cuando se tienen dos dígitos porcentuales por remontar.
De esa manera, el equipo de la candidata de la Alianza Fuerza y Corazón por México decidió iniciar en Guanajuato y un día después realizar su arranque en la Ciudad de México. De hecho, ahí comenzará una gira por estados donde mejor aceptación mantiene. El domingo 3 de marzo estará en Querétaro; el lunes 4 en Yucatán y el martes 5 de marzo en Jalisco.
Iniciar en Guanajuato no sólo es una cuestión de identidad política, también se trata de una medida pragmática pues se trata de aprovechar la estructura panista más aceitada y homogénea que hoy por hoy respalda a Libia Dennise García Muñoz Ledo. Mientras ella se sirve de su impulso estatal, la candidata a la gubernatura alcanza reflectores nacionales.
Si es por la coyuntura política actual, la decisión parece acertada, pero si esta se encuentra motivada por la supuesta idea de que en Guanajuato la candidatura presidencial del panismo es tradicionalmente respaldada, entonces se habrá basado en un mito.
Si bien Guanajuato fue crucial como plataforma de impulso para Vicente Fox Quesada en el 2000 y para Felipe Calderón en 2006, con Josefina Vázquez Mota en 2012 se rompió la racha pues la votación mayoritaria fue para Enrique Peña Nieto. Para 2018, la candidatura de Ricardo Anaya Cortés recibió, como sabemos, el único apoyo mayoritario de las 32 entidades, pero de poco sirvió.
En todos los casos, Guanajuato fue esa especie de trinchera en la que los abanderados de Acción Nacional encontraron cobijo, pero no en un apoyo popular permanente que termina por reflejarse en las urnas. Al final, no deja de ser una plaza, como muchas otras del país, donde hay que arrastrar la suela.